El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la concesión de subvenciones destinadas a la promoción del turismo cinegético y de las actividades turísticas vinculadas con el campo bravo andaluz correspondientes al año 2025. Estas ayudas, gestionadas por la Consejería de Turismo y Andalucía Exterior, cuentan con un importe total de 432.055 euros y permiten respaldar 31 proyectos repartidos por el territorio andaluz, con especial incidencia en el medio rural y en los destinos de interior.
La iniciativa se enmarca en las competencias de la comunidad autónoma en materia de turismo y se alinea con los objetivos del Plan General del Turismo Sostenible de Andalucía META 2027, que apuesta por un modelo de desarrollo equilibrado y diversificado. El turismo cinegético y las actividades ligadas al campo bravo constituyen segmentos con un alto potencial para reforzar la oferta turística de interior, contribuir a la desestacionalización de la demanda y favorecer una distribución más equilibrada de los flujos turísticos.
Los proyectos subvencionados abarcan actuaciones dirigidas a la mejora de infraestructuras y equipamientos vinculados a la actividad cinegética, la adecuación de espacios para la acogida de visitantes, así como iniciativas orientadas a la promoción, la comercialización y la digitalización de la oferta turística. También se incluyen acciones destinadas a la diversificación de productos, la organización de visitas y eventos especializados y la participación en ferias del sector.
Asimismo, la convocatoria favorece la profesionalización y modernización de empresas y entidades vinculadas al turismo cinegético y al campo bravo, reforzando su integración en la oferta turística andaluza. Las actuaciones apoyadas contribuyen a mejorar la calidad de los servicios, a incrementar su capacidad de atracción y a consolidar estos segmentos como productos turísticos diferenciados y competitivos.
Con este programa de ayudas, la Junta de Andalucía impulsa la puesta en valor de recursos singulares del interior de la comunidad, fomenta la actividad económica y el empleo en el medio rural y apoya un modelo de turismo respetuoso con el entorno natural y cultural, que contribuye a la conservación de los ecosistemas y al desarrollo sostenible de los territorios.



