La Parroquia de Santa María de las Flores y San Eugenio pertenece al arciprestazgo de San Jerónimo-Pío XII. En el año 1963 se consagró el templo parroquial.
Al entrar en el recinto nos recibe una imagen del Sagrado Corazón, obra de Manuel Mazuecos García, realizada con resina y marmolina, sobre una estructura interna metálica. El 12 de enero del año 2025, el párroco bendijo el monumento, que ha sido costeado por los feligreses. Sobre un pedestal cuadrado de ladrillo de casi dos metros de altura colocaron la imagen de color blanco, de dos metros de altura, que representa a Jesucristo vestido con larga túnica ceñida en la cintura, que llega hasta los pies, que aparecen descalzos, apoyados sobre una semiesfera. La mano derecha señala el Corazón, que resalta en el centro del pecho, mientras la izquierda se encuentra caída abierta; ambas manos muestran las heridas de la crucifixión. El corazón es de gran tamaño, rodeado de la corona de espinas, con una cruz encima y ráfagas de luz a los lados. El rostro expresa serenidad, afecto y confianza, quedando enmarcado entre la larga cabellera y la barba. Tiene la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante, expresando la cercanía del Señor. En el pedestal, leemos en un azulejo: «He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres. La feligresía de Santa María de las Flores y San Eugenio, erigió este monumento al Sagrado Corazón con motivo de las Bodas de Plata sacerdotales de su párroco, el M. I. Sr. D. Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp. 1999-2024. AMDG et BVM».
Contemplar esta imagen es una oportunidad de acercarnos al Señor, y una invitación a rezar por la santidad de los sacerdotes, que han de ser imagen del Corazón de Jesús, llenos de amor misericordioso, para todos.
Federico Jiménez de Cisneros0



