Sevilla, 04 de diciembre de 2025.- La Fundación Cámara de Sevilla ha inaugurado la exposición ‘Al pan, pan y al vino, vino’ de la artista Macarena Taguas-Castaño, que permanecerá expuesta al público hasta el 7 de enero en la Cámara de Comercio de Sevilla.
Según Taguas, esta exposición se centra “en celebrar la sabiduría popular y la memoria colectiva, esa voz que no siempre llega a los libros, pero se transmite de generación en generación, casa a casa, esquina a esquina, en el suave murmullo de la vida cotidiana. En cada una de las que se encarna un refrán, un proverbio o una frase hecha que, como un hilo, va tejiendo la experiencia de un pueblo: sus aciertos, sus dudas, sus risas y sus luchas”.
La muestra propone un diálogo entre lo común y lo extraordinario: lo cotidiano se convierte en materia sensible, y lo esencial, en imagen que invita a mirar más allá de la superficie. ‘Al pan, pan, y al vino, vino’ no es sólo un dicho, es una invitación a la autenticidad, a nombrar la realidad con claridad y sin adornos. Cada obra es una historia que se despliega en la piel del color, la materia y el gesto cotidiano: una conversación entre lo familiar y lo revelador.
Con esta selección de obras, la artista rinde homenaje a quienes, sin escribir en un libro, han arbitrado la forma de vivir: la abuela que repite una receta y un consejo; al vecino que transforma la carencia en creatividad; al niño que transforma una superficie vacía en un escenario de juego. Es la cultura de la calle, viva y agradecida, la que se contiene en estas piezas y se comparte con el espectador en un gesto de cercanía.
La exposición invita a recorrer cada historia como se recorre una memoria: con paciencia, curiosidad y un ojo atento a lo cotidiano. Verán que el refrán no es una limitación, sino una llave: abre puertas a la intuición, a la emoción y a una comprensión más amplia de nuestra identidad común.
Médico de formación, artista de vocación
Desde muy temprana edad, sus inquietudes se definieron con la curiosidad por la naturaleza y el ser humano, y se materializó en su vocación de médico, inspirada por su padre. Pero a la vez, encontró en el dibujo su forma preferida de expresión y comunicación.
Pasaba horas estudiando sobre arte, y dibujando y pintando en cada trozo de papel que encontraba. Durante muchos años, su profesión la absorbió completamente, pero en 2022 dio un cambio vital y se propuso empezar a crear de nuevo, dibujando y pintando a diario.
Con estilo ecléctico, va desde obras figurativas hasta la abstracción pura. Utiliza el dibujo y la pintura de forma indistinta. Experimenta con diferentes técnicas y materiales. Los colores que escoge son el alfabeto de un lenguaje íntimo que utiliza para comunicarse con el espectador.



