jueves, 13 noviembre 2025

‘Picasso, Memoria y Deseo’ convoca en Málaga un centenar de obras de artistas clave del siglo XX

El óleo de Picasso 'Estudio con Cabeza de Yeso', préstamo del MoMa, dialoga en el Museo Picasso Málaga con piezas de Léger, Cocteau, Man Ray, Magritte, Juan Gris y Dora Maar

La nueva exposición temporal del Museo Picasso Málaga reúne más de un centenar de obras de figuras de arte del siglo XX, como Giorgio de Chirico, Fernand Léger, Jean Cocteau, Man Ray o René Magritte, escogidas por su relación con el óleo de Picasso ‘Estudio con cabeza de yeso’ (1925). ‘Picasso. Memoria y Deseo’ ofrece un diálogo entre la memoria y el deseo, el tiempo histórico y la modernidad, adentrándose en el modo en que la subjetividad transforma los símbolos de la cultura.

La muestra ha sido inaugurada por la viceconsejera de Cultura y Deporte, Macarena O’Neill, acompañada por el director artístico del Museo Picasso Málaga, Miguel López Remiro, y la directora de división de Actividades, Comunicación e Imagen de la Fundación Unicaja, Cristina Rico. Podrá verse hasta el 12 de abril y cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja.

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Comisariada por el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Eugenio Carmona, esta exposición parte del óleo pintado por Picasso hace ahora cien años, ‘Estudio con cabeza de yeso’ (1925), perteneciente a la colección del Museum of Modern Art de Nueva York (MoMa). Lienzo que generó una línea divisoria en la producción de Picasso, ya que marcó su salida del periodo clásico y produjo un gran cambio en la evolución de su personalidad artística.

Tomando este óleo como punto de partida, la muestra, “una de las más ambiciosas de la programación de Museo Picasso Málaga”, según ha desatacado Macarena O’Neill, explora la compleja relación entre las imágenes y derivas del sujeto moderno a través de la obra de Picasso y de sus contemporáneos. Así, el recorrido reúne óleos, dibujos, fotografías y textos de varias figuras clave de las vanguardias del arte del siglo XX, así como del llamao Arte Nuevo – Giorgio de Chirico, Fernand Léger, Jean Cocteau, Man Ray, René Magritte, Brassaï, Kertész, Dora Maar, Eileen Agar, Claude Cahun, Juan Gris, José Moreno Villa, Benjamín Palencia y Gregorio Prieto, además de recoger la interpretación que Salvador Dalí y Federico García Lorca hicieron de la citada obra de Picasso.

“El cuadro marcó un antes y un después en la trayectoria de Picasso y, por ende, en la historia del arte”, ha valorado O’Neill, quien ha agradecido a la veintena de instituciones prestatarias de EEUU, Francia, Reino Unido, Países Bajos y España, “una generosidad que ha hecho posible que muchas de estas obras sean exhibidas en Andalucía por vez primera”.

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O’Neill ha enmarcado a esta exposición dentro de los objetivos fundacionales del museo, ya que “da a conocer una obra muy relevante, a la par que poco conocida, de Picasso, poniéndola en relación con las de otras figuras destacadas de las vanguardias históricas, incluyendo a los autores de la Generación del 27. Un trabajo que, además, ha permitido tender puentes entre el Museo Picasso Málaga y otras grandes instituciones artísticas internacionales”.

Resignificación del pasado

‘Picasso. Memoria y Deseo’ reflexiona sobre el sistema de las imágenes y su relación con el devenir del sujeto moderno en la obra de Picasso y sus contemporáneos. La propuesta parte de la obra ‘Estudio con cabeza de yeso’, en la que Picasso resignifica el busto antiguo de yeso haciendo un emblema del presente y realiza una evocación encubierta de su padre, José Ruiz y Blasco, profesor de dibujo en el sistema de Bellas Artes.

La resignificación del busto antiguo de yeso, el juego de los rostros desdoblados y la sensación de extrañamiento de las sombras no fueron elementos privativos del arte de Picasso. Giorgio de Chirico había anticipado el uso de algunos de estos recursos y aún los mantenía en su pintura en la década de 1920. Las figuras de De Chirico son inertes y niegan la visión hacia el exterior. Las de Picasso estallan en su vida interior y enfatizan la pulsión de la mirada. De Chirico plantea una paradoja. Picasso muestra un conflicto.

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A los nombres de De Chirico y Picasso hay que añadir, desde 1924, el de Fernand Léger, quien introdujo el busto de yeso y el perfil en sombras al mismo tiempo.

‘Estudio con cabeza de yeso’ se reprodujo en varias revistas de la época y suscitó rápidamente el interés de numerosos creadores contemporáneos. Así, Salvador Dalí, se apropió en 1926 de los iconos picassianos y les dio un nuevo sentido relacionando el busto con la iconografía cristiana de la decapitación y lo utilizó para formalizar su autorretrato. Los “rostros desdoblados” expresaron en su obra las tensiones en torno a la identidad del arte moderno, en diálogo y controversia juvenil con García Lorca.

A su vez, Federico García Lorca compartió con Dalí el referente del busto, la sombra y el desdoblamiento del rostro como signos de los conflictos del yo amoroso. La lectura que ambos hicieron de Picasso constituye uno de los núcleos desde los que se articula este proyecto expositivo.

Jean Cocteau, en su constante interacción con Picasso, convirtió el busto y los rostros desdoblados en parte de su reflexión sobre la pervivencia contemporánea del mito de Orfeo, como metáfora del vínculo entre amor, muerte y creación, y al mismo tiempo como un modelo de autorrepresentación.

Man Ray manipuló la efigie de Venus para cuestionar las relaciones entre erotismo y cultura, y desplazó la semiología del busto hacia la petrificación atemporal de su propia imagen.

Carl Van Vechten, influido por Picasso y Cocteau, trasladó estos motivos al contexto del Harlem Renaissance y de la vague nègre, fotografiando entre otros al modelo senegalés François “Féral” Benga.

Felice Casorati y Jean Metzinger situaron el busto en escenarios domésticos tratados como espacios artísticos, mientras que René Magritte, retomando las propuestas de Picasso y Cocteau, lo convirtió en un motivo recurrente desde 1925 hasta su serie ‘La Mémoire’. El busto, en su obra, se asocia con lo femenino, con la memoria y con el trauma, portando heridas arbitrarias que revelan la paradoja de la fragilidad.

Fotografía

En el ámbito de la fotografía, Walker Evans y André Kertész hicieron de su propia sombra un icono. Brassaï, Dora Maar y de nuevo Kertész, al experimentar la calle como un espacio onírico y al trabajar con maniquíes comerciales femeninos como esculturas involuntarias, replicaron y resignificaron el busto clásico, desdibujando la frontera entre lo cotidiano y lo artístico y señalando la alienación de los códigos de género.

Brassaï y Dora Maar, además, documentaron el taller de esculturas de Picasso en Boisgeloup como una transfiguración moderna de las salas académicas de yeso.

Las cuestiones de género se amplían con Eileen Agar y Claude Cahun. Agar, en diálogo con la naturaleza y con un busto clásico de figura masculina contemporánea, invirtió los roles asignados a las mujeres en el surrealismo, transformándolas en agentes activas de la mirada. Cahun, junto a Marcel Moore, realizó un “doble busto” que se ha convertido en un referente pionero del arte transgénero, en una reflexión radical sobre la identidad.

Finalmente, Juan Gris, como Picasso, incorporó el busto antiguo en bodegones que funcionaban como homenajes a las artes, introduciendo las formas blandas que más tarde retomaría Dalí. Y, en el contexto español, José Moreno Villa, Gregorio Prieto, Joaquín Peinado, Benjamín Palencia y Enrique Climent —figuras del Arte Nuevo— entendieron la cita al arte antiguo no como anacronismo ni rendición, sino como un diálogo vivo entre los estratos del tiempo.

La obra maestra desconocida

En 1924 durante unas vacaciones en Juan-les-Pins, Picasso realiza los dibujos conocidos como las “constelaciones” en donde puntos de tinta conectados por finas líneas forman guitarras y mandolinas. En 1931, parte de estos dibujos serán trasladados a madera por Georges Aubert y publicados por Ambroise Vollard y Blaise Cendrars, ilustrando el célebre relato de Honoré de Balzac, ‘La obra maestra desconocida’ (1831). La publicación incluye además otros dibujos de Picasso ejecutados entre 1927 y 1931 y unos aguafuertes sobre el tema el artista y su modelo.

Con este motivo, la exposición ‘Picasso, memoria y deseo’ presenta una instalación en la que la voz en off del barítono malagueño Carlos Álvarez narra en varios idiomas fragmentos de esta obra mientras el visitante transita por un pasillo en donde se pueden ver las “constelaciones” del Cuadernos 30, y los dibujos de cabezas dobles y rostros del cuaderno 31 que sirvió para ilustrar la edición de este relato.

Prestatarios

Entre la veintena de colecciones e instituciones museísticas que han colaborado prestando obras para hacer realidad esta muestra hay que citar a The Museum of Modern Art, Musée du Louvre, Centre Georges Pompidou, Musée national d’art moderne, Musée national Picasso-Paris, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, National Gallery of Art, Philadelphia Museum of Art, Peggy Guggenheim Collection, Musée d’Art Moderne de Paris, Rijksmuseum Kröller-Müller, Museu Picasso Barcelona, Fundació Gala-Salvador Dalí, Musée Magritte, Museu Coleção Berardo, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, Nahmad Contemporary, Galería Guillermo de Osma, Lee Miller Archives, Colección Arte ABANCA, Museo Casa Natal Picasso, Museo de Málaga y Museo Gregorio Prieto.

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