La Parroquia de Santa María Magdalena, de Arahal, ha acogido la tarde de este sábado, 18 de octubre, la Función a Nuestra Señora de las Angustias, titular de la Hermandad del Cristo de la Esperanza, presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses. Una Eucaristía enmarcada en la Misión que ha llevado a cabo la hermandad arahalense en los últimos meses y por cuyos frutos se han dado gracias.
La Misión del Cristo de la Esperanza ha sido un itinerario de oración, de anuncio, de cercanía familiar, de testimonios vividos. “La Hermandad ha sido instrumento para que muchas familias se reencontraran con Cristo y escucharan el Evangelio en medio de sus propias casas y corazones”, ha señalado monseñor Saiz Meneses. “Hoy celebramos el resultado de esa persistencia en la oración, del esfuerzo constante, de la insistencia del Reino de Dios en esta tierra”
En su homilía, a la luz de las lecturas, el arzobispo ha insistido en tres aspectos a cuidar por parte del cristiano: dar razón de la fe y de la esperanza, tener una sensibilidad grande por los pobres o necesitados y ser conscientes de que la fuerza principal en la vida de la Iglesia es la oración. “Dios nos escucha siempre y nos responde, nos habla al corazón y hemos de estar atentos. Hemos de saber leer los mensajes de Dios en los acontecimientos de la vida”, ha afirmado don José Ángel.
Continuó el prelado hispalense exponiendo que la oración “continua” no es pesadez, “sino respiración del espíritu cristiano”. Volviendo la mirada a la misión arahalense, esta que podría caer en la tentación de reducirse a estética o tradición, “se revitaliza cuando se alimenta de la oración: cuando casa y calle, familia y hermandad, parroquia y barriada se convierten en santuarios de intercesión, aliento y esperanza”.
“Que esta Misión no quede en un bello recuerdo, sino que continúe resonando en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestra hermandad, en nuestra parroquia”, concluyó.
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