miércoles, 15 octubre 2025

La Hermandad de Consolación celebró su 375 aniversario fundacional

El Santuario de Nuestra Señora de Consolación, en Utrera, acogió este lunes, 13 de octubre, la Eucaristía por el 375 aniversario de la Hermandad de Consolación. La misa fue presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, concelebrada por el rector del santuario, Joaquín Reina; el arcipreste de Utrera, Ariel Figueroa y sacerdotes de la Vicaría Este.

El Santuario de Nuestra Señora de Consolación, en Utrera, acogió este lunes, 13 de octubre, la Eucaristía por el 375 aniversario de la Hermandad de Consolación. La misa fue presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, concelebrada por el rector del santuario, Joaquín Reina; el arcipreste de Utrera, Ariel Figueroa y sacerdotes de la Vicaría Este.

“Esta efeméride es una ocasión de gracia, de acción de gracias a Dios, y de esperanza. Nos encontramos en un lugar privilegiado, en un santuario que ha sido faro de fe y de consuelo para innumerables generaciones, y que hoy vuelve a ser testigo del amor de Dios manifestado en la devoción mariana y en la vida de la Iglesia”, ha expresado el arzobispo de Sevilla en su homilía.

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Consolación Utrera

“La historia de la Hermandad de Consolación es testimonio de esta verdad. A lo largo de 375 años, ha custodiado la devoción a la Virgen, ha acompañado a generaciones de utreranos en sus alegrías y penas, y ha transmitido la fe, propiciando la vida cristiana en las familias, en la hermandad, en las parroquias, en la ciudad”, continúo destacando monseñor Saiz Meneses en su alocución. “Cada hermano y cada devoto que se acerca a la Virgen es partícipe de este caudal de gracia. Nuestro aniversario no es solo una mirada agradecida al pasado, y una mirada confiada al futuro, es, sobre todo, sino una invitación al compromiso, a renovar la misión evangelizadora en el presente”.

En esta línea dijo que “el Santuario de Consolación ha sido lugar de peregrinación, de encuentro, de oración, de reconciliación, y de milagros cotidianos. Cuantas personas aquí han experimentado el abrazo de la Madre, el perdón de Dios y la fortaleza para seguir adelante. Este lugar nos recuerda que la fe es concreta: se hace visible en rostros, en lágrimas, en promesas cumplidas, en familias que transmiten la devoción de generación en generación. Por eso, celebrar este aniversario significa también comprometernos a mantener viva esta herencia, a hacer de la Hermandad una verdadera comunidad de fe, esperanza y caridad”. Don José Ángel pidió a Nuestra Señora de Consolación “que siga siendo faro de fe y de esperanza para Utrera, para la Archidiócesis de Sevilla y para todos los que peregrinan a este santuario”.

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