El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, presenta la exposición ‘Bajar la voz. Miguel Benlloch’, la primera muestra individual dedicada al artista en este museo. La muestra, comisariada por Rafa Barber Cortell y Enrique Fuenteblanca, reúne una selección de obras audiovisuales, gráficas, documentales, sonoras y vestuario que recorren los principales ejes temáticos del trabajo de Benlloch. Las obras se muestran distribuidas en diálogo con la historia de distintos espacios del conjunto monumental de Santa María de Las Cuevas, sede del CAAC en Sevilla, y podrá visitarse del 9 de octubre de 2025 al 5 de abril de 2026.
‘Bajar la voz. Miguel Benlloch’ no sigue un orden cronológico, sino que se articula a través de distintos espacios que guardan una relación directa con temas fundamentales en la obra del artista. Según los comisarios, ‘esta exposición se inspira en la forma de hacer de Benlloch, llevando a cabo una serie de gestos curatoriales que se alejan de la lógica del cubo blanco: mostrar sus obras y acciones de forma no cronológica, en los intersticios y espacios liminales del CAAC, en lugar de en las principales salas expositivas, y ponerlas en relación con los relatos históricos del edificio, que antes de ser centro de arte fue monasterio, fábrica y cuartel’.
El recorrido de la exposición se organiza a través de una señalética específica de esferas iridiscentes. En lugar de una guía de forma lineal, los comisarios proponen a los visitantes un espacio que invita a la desorientación y a la deriva, integrando así en la experiencia los conceptos fundamentales en el trabajo de Benlloch. Junto a su labor como artista y ‘performer’, acciones a menudo sin obra material, también se destacan otras facetas como las de productor, escritor y activista.
En las capillas de Santa Catalina y San Bruno se presenta un conjunto de obras que explora la relación entre lo sagrado y lo profano, mostrando cómo Benlloch combinaba el pensamiento materialista con formas de conocimiento no exclusivamente racionales. Entre las piezas, figuran ‘Hendido por un rayo’ (1992), ‘San Sebastián’ (1993), ‘Tránsito de lo sagrado y lo profano’ (1992) y ‘Las Esferas en la intimidad’ (1994). Estas obras se comunican entre sí y con otras piezas presentes, tejiendo un entramado de experiencias colectivas en el que se entrelazan lo poético, lo ritual, lo político y lo cultural.
El Patio Prioral y el Patio de Pérgolas reúnen trabajos que exploran la relación entre arte y vida desde la cotidianidad y los afectos del artista. Entre las obras presentes, destacan las fotografías de la serie ‘Tipotopotropos’ (1998–2016), en las que Benlloch se retrata ‘performando’ distintas personalidades, que van desde María de la O hasta un obrero de la construcción. También se incluye ‘Canario’, un poema y acción sonora realizada el 2 de noviembre de 1993 mediante una transmisión telefónica entre Granada y Nueva York, en la que el artista responde a la prevista invasión de Haití por el ejército de Estados Unidos. En esta zona del museo se presenta además ‘Los Lares de la casa’, un altar apócrifo que se muestra por primera vez al público.
La Bodega, espacio subterráneo en la zona monumental, acoge obras vinculadas a la clandestinidad, la acción política y la crítica a la lógica de acumulación. Las piezas se conciben aquí como un archivo vivo que aproxima al visitante al pensamiento activista y clandestino de Benlloch. Entre otras, se presentan ’51 géneros’ (2004), ‘SIDA DA’ (1984), ‘Documentación BIACS NO’ (2004–2012) y materiales relacionados con el espacio ‘Planta Baja’, de Granada.
La Capilla de la Magdalena cierra el recorrido. Este espacio desacralizado reúne trabajos en torno a la lucha que mantuvo el artista contra los binarismos identitarios y las marcas de género, clase y raza. En la obra de Benlloch, los opuestos no se resuelven, sino que conviven, desarticulando así las lógicas de enfrentamiento. Como pionero de las artes performativas en cuestiones de género en España, su primera acción pública, ‘Tengo tiempo’ (1994) marcó su posterior trayectoria vital y artística. En ella, el artista se va despojando de múltiples vestimentas que habían acompañado distintas etapas de su vida. Dos décadas después, en la Sala Atín Aya de Sevilla, recorrería el camino inverso en ‘El Fantasma invidente’ (2018), caminando de espaldas mientras se vestía y desvestía con diferentes ropas, revisitando así su propio archivo performativo.
Durante la exposición estará disponible un sistema de códigos QR que permitirá enlazar directamente con el Archivo Miguel Benlloch, concebido como una herramienta digital de consulta pública, gestionada por BNV producciones. Parte de estos archivos serán ofrecidos como donación al CAAC al terminar la muestra, donde serán archivados, custodiados y puestos a disposición del público para su consulta e investigación, contribuyendo así a la preservación y difusión de su legado.
Coincidiendo con la muestra, el día 4 de diciembre tendrá lugar la conferencia ‘El sexo de los ángeles’, del filósofo y pensador Paul B. Preciado, quien durante muchos años fue colaborador de Benlloch. Esta actividad se enmarca dentro del programa ‘Pensamiento Sur (b)terráneo. Lo popular desde el sur, del revés y boca abajo’, comisariado por Pedro G. Romero y BNV Producciones.
Activaciones ‘Bajar la voz. Miguel Benlloch’
El mismo 9 de octubre, a las 19.00 horas, coincidiendo con la inauguración de la muestra, el cantaor Romero Martín interpretará textos de Miguel Benlloch. El evento contará también con la participación de los Djs Fría Jones, Sweet Yuyu y Raxx.me.
Además, a lo largo del periodo expositivo se desarrollará un programa de actividades, conferencias y ‘performances’ vinculadas a la obra de Benlloch.
Sobre Miguel Benlloch. Loja, 1954 – Sevilla 2018.
Miguel Benlloch hizo del tránsito entre arte, vida y militancia política una forma radical de estar en el mundo. ‘Performancero’, poeta, productor y activista, desdibujó con su obra los límites entre poética, política y biografía. Su práctica, situada pero siempre excéntrica, desplegó una ética de la inquietud: buscó incomodar, descentrarse y desidentificarse, dialogando con otras voces para imaginar colectividades por venir, alzando la voz cuando era necesario, o bajándola para ‘que se oigan muchas voces en ese común de la desidentificación’.
A lo largo de su vida, ya fuera mediante su participación en diversos movimientos políticos, las acciones performativas y musicales en el ‘Planta Baja’ de Granada, su trabajo como artista o su actividad en la oficina de arte y pensamiento BNV Producciones, Benlloch convirtió su hacer cotidiano en una búsqueda constante de un hacer artístico inseparable de la vida.
De manera pionera, luchó contra toda forma de binarismo sin desligarse de los acontecimientos históricos que marcaron su tiempo. Sus acciones, a menudo sin obra material, resuenan hoy con especial fuerza en un contexto atravesado por la guerra, la negación de la multiplicidad y el cuestionamiento del carácter performativo de las identidades.