El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del refuerzo de las capacidades del Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz, considerado uno de los más importantes de España y un referente internacional en conservación de biodiversidad. Este centro custodia actualmente más de 11.000 accesiones de semillas, junto a esporas, pólenes y bulbos de alrededor de 3.300 taxones de la flora andaluza e ibérica, lo que lo convierte en un recurso estratégico para la preservación del patrimonio vegetal.
El Banco de Germoplasma alberga material genético de unos 4.000 taxones entre especies y subespecies, cifra que representa más del 60% de la flora de la Península Ibérica y las Islas Baleares. La magnitud de esta colección lo sitúa a la vanguardia en el ámbito internacional, como demuestra la transferencia de material a más de 40 instituciones de todo el mundo, que lo han utilizado en proyectos de investigación de muy diverso alcance, desde aplicaciones farmacológicas y agronómicas hasta estudios filogenéticos o colecciones vivas de jardines botánicos.
Para ello, la Junta de Andalucía destinará hasta 2027 una inversión de 840.000 euros, que permitirá cubrir los gastos de funcionamiento del banco, reforzar medios personales y técnicos y mantener su papel esencial en la conservación de la flora silvestre. A esta inversión se suma la reciente renovación del equipamiento a través de fondos europeos Feader, con un importe de 281.234,25 euros destinado a la adquisición de 22 cámaras frigoríficas, una cámara de germinación y una cabina de flujo laminar horizontal, elementos imprescindibles para asegurar la conservación en condiciones óptimas.
El Banco de Germoplasma Vegetal se asienta en una alianza institucional sólida. El 18 de mayo de 2023 se firmó un convenio de colaboración entre la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, la Universidad de Córdoba y el Instituto Municipal de Gestión Medioambiental ‘Real Jardín Botánico de Córdoba’ (Imgema), que ha permitido consolidar su funcionamiento. La Universidad de Córdoba aporta su experiencia en programas de conservación de flora y recursos fitogenéticos, mientras que el Real Jardín Botánico proporciona la infraestructura y el soporte técnico necesarios.
Gracias a esta colaboración, el Banco de Germoplasma no sólo conserva semillas, sino también bulbos, esporas y polen, lo que permite ampliar el espectro de especies custodiadas y dar soporte a los planes de recuperación y conservación de flora que desarrolla la Junta de Andalucía. Además, mantiene un stock de plantas vivas en su invernadero de conservación, lo que facilita tanto la investigación como la divulgación y la transferencia de conocimiento.
Las tareas que se realizan en sus instalaciones abarcan la recolección de semillas en el medio natural y su acondicionamiento, la germinación de bulbos para obtener plantas con flor, ensayos de germinación para comprobar la calidad del material almacenado y la tipificación de colecciones mediante imágenes. Todo este trabajo se respalda con bases de datos especializadas en las que se registran los protocolos aplicados, la capacidad germinativa de cada lote, su almacenamiento en frío o la nomenclatura actualizada de las accesiones.
El banco participa asimismo en el intercambio de semillas mediante el sistema Index Seminum, dentro de la red de la Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos. Esta colaboración internacional facilita la transferencia de material genético y contribuye a que Andalucía se sitúe en primera línea en la cooperación científica y en la preservación de la biodiversidad vegetal.
Su función trasciende la mera conservación genética, ya que los recursos almacenados se convierten en la base de investigaciones que pueden ayudar a obtener variedades de cultivo más resistentes a plagas y enfermedades, a desarrollar fármacos derivados de compuestos vegetales o a estudiar la evolución de la flora en distintos contextos geográficos y climáticos. Todo esto hace que el banco actúe como una reserva de futuro para la ciencia, la agricultura y la salud.
Por otro lado, conviene recordar que este trabajo se enmarca en la misión de la Junta de Andalucía de proteger el medio ambiente y la biodiversidad. El Estatuto de Autonomía, en su artículo 195, establece que los poderes públicos deben orientar sus políticas a la conservación de la riqueza natural y paisajística de Andalucía para el disfrute de la ciudadanía y como legado para las generaciones venideras.
Del mismo modo, la Agenda 2030 de Naciones Unidas sitúa entre sus metas prioritarias la protección de los ecosistemas terrestres y la detención de la pérdida de biodiversidad, objetivos que Andalucía hace suyos a través de iniciativas como el Banco de Germoplasma Vegetal. Este centro responde también a lo recogido en la Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres de Andalucía, que contempla la creación de una red de centros de conservación y recuperación de especies, entre los que se integra el Banco como pieza fundamental.