La Consejería de Cultura y Deporte, que dirige Patricia del Pozo, ha licitado las obras de adecuación para la visita pública de los restos arqueológicos existentes y bordes del ‘aditus’ (entrada) sur del Teatro Romano de Málaga, mediante nuevas pasarelas y plataforma informativa por importe de 147.318,32 euros. El plazo de ejecución está en fijado en cinco meses.
Gracias a estos trabajos, se pretende mejorar la conservación, adecuación y ampliación del recorrido visitable en el Teatro Romano de Málaga, generando un itinerario accesible en el entorno del ‘aditus’ sur y facilitando la comprensión completa del monumento en sus distintas etapas como espacio escénico, antiguas termas y factoría de salazón.
Así, las excavaciones en la zona sureste del monumento, bajo la calle Alcazabilla, han puesto de manifiesto la existencia de unas piletas de fabricación de ‘garum’, pertenecientes a una factoría que se desarrolló sobre esta zona, una vez que el teatro cayó en desuso. También se hallaron restos de pavimentos de ‘opus spicatum’ pertenecientes a las termas republicanas anteriores a la construcción del teatro.
La actuación se va a llevará a cabo en el área del escenario (‘scena’) y la entrada sur del Teatro, y en la zona existente encima, y lateralmente, de las piletas existentes bajo la calle Alcazabilla. Este espacio se encuentra actualmente sin uso, siendo a través de la entrada sur por donde se accede actualmente a la visita del Teatro, y se completa el recorrido de paso de los visitantes hacia la zona superior de las gradas.
El monumento está fechado inicialmente en época augustea (siglo I). De construcción mixta, por un lado, aprovecha parte de la ladera y, por otra, crea una terraza artificial para apoyar las gradas. Además, es semejante en dimensiones a otros teatros como los de Itálica (Santiponce), Acinipo (Ronda) y Baelo Claudia (Tarifa) y presenta características relativamente parecidas, muy cercanas al modelo clásico propuesto por Vitrubio.
El Teatro Romano de Málaga conserva más de la mitad de su graderío. La ‘orchestra’, flanqueada por ambos ‘aditus’ (entradas), mantiene su suelo de placas de mármol en muy buenas condiciones, así como tres escalones de mármol para la ubicación de sillares pétreos, de los que se ha localizado uno. Igualmente, se conservan las rejillas de mármol que servían para drenar el agua procedente de las escorrentías del graderío.
Fue declarado monumento histórico-artístico por el Decreto 852/1972, de 16 de marzo, por lo que, según la Disposición Adicional Primera de la Ley 16/1985, de 25 de junio de Patrimonio Histórico Español, tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) y en virtud de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía, se encuentra inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como BIC, con la tipología de monumento.