viernes, 22 agosto 2025

Andalucía clausura vertederos y recupera espacios degradados para consolidar una gestión de residuos más sostenible

La Junta destina más de 20 millones de euros a la restauración ambiental de antiguos vertederos, con intervenciones ya en marcha en municipios de Almería como Albox, Líjar o Castro de Filabres

Durante décadas, algunos de estos vertederos formaron parte del paisaje cotidiano de muchos municipios andaluces. Espacios olvidados, muchas veces situados a las afueras de los núcleos urbanos, donde los residuos se acumulaban sin control ni garantías ambientales. Hoy, ese pasado se clausura para siempre. Andalucía está transformando estos lugares en espacios seguros, restaurados y sin riesgos, como parte de una estrategia más amplia de gestión sostenible de los residuos.

La Junta de Andalucía ha emprendido un ambicioso plan de sellado y restauración de antiguos vertederos que permitirá recuperar terrenos degradados, prevenir focos de contaminación y dar cumplimiento a los objetivos de economía circular y sostenibilidad ambiental marcados por la normativa europea. En total, la inversión prevista para este plan asciende a 20 millones de euros, financiados con Fondos FEDER, en el marco del Plan Integral de Residuos de Andalucía (PIREC 2030).

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“Cerrar un vertedero no es solo tapar una herida ambiental. Es un compromiso firme con el presente y el futuro de los municipios afectados. Es una acción de gobierno que transforma el territorio y mejora la vida de sus habitantes”, afirma la directora general de Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular, Carmen Jiménez Parrado.

La provincia de Almería es, por ahora, una de las que más actuaciones concentra dentro de este programa. A los sellados ya finalizados en los municipios de Bayarque, Instinción, Olula del Río, Paterna del Río y Tabernas, así como las actuaciones de limpieza y restauración ambiental en otras cinco localidades almerienses, se suman cuatro vertederos que ya han sido adjudicados o están en ejecución. A estos, hay que añadir otros dos que tienen prevista su licitación en los próximos meses. Todo ello, con una inversión global cercana a los 15 millones de euros.

Entre los proyectos ya en marcha destaca el sellado del vertedero de Albox, con un presupuesto de más de 2,6 millones de euros. Esta intervención, adjudicada a finales de 2024, permitirá eliminar un foco potencial de contaminación y regenerar un espacio próximo a la población. En paralelo, se avanza en la ejecución de los trabajos en el vertedero de Castro de Filabres, adjudicado por más de un millón de euros y actualmente en obras.

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También se han iniciado los trabajos del sellado del vertedero de Líjar, por un importe cercano a los 700.000 euros, y se encuentra pendiente de licitación el cierre definitivo del vertedero de Cuevas del Almanzora. En el caso de Berja, la actuación está pendiente de adjudicación y cuenta con un presupuesto de más de 2,2 millones de euros.

El sellado de vertederos contempla una intervención técnica y ambiental compleja, que incluye la estabilización de residuos inertes, la instalación de sistemas de drenaje, la cobertura vegetal con especies autóctonas y la monitorización ambiental posterior. Estas medidas evitan filtraciones a los acuíferos y permiten la recuperación paisajística de los terrenos. “Queremos que estos espacios puedan integrarse de nuevo en el entorno natural e incluso tener usos compatibles con el disfrute público o la restauración forestal”, subraya Carmen Jiménez.

Una acción integrada en la política ambiental de la Junta

Otro de los ejes prioritarios de esta Consejería, alineada con los objetivos marcados por la normativa comunitaria, nacional y andaluza (PIREC 2030) es reducir drásticamente el vertido de residuos municipales, que deberá situarse por debajo del 10% del total generado en 2035.

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Para lograrlo, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente está desarrollando un conjunto de actuaciones que se complementan entre sí: desde el impulso a la recogida separada de biorresiduos hasta la mejora en la separación de materiales de las plantas de tratamiento, pasando por nuevas infraestructuras como plantas de tratamiento de biorresiduos recogidos separadamente, puntos limpios y estaciones de transferencia. El cierre de vertederos supone el paso final de un modelo que ya se considera obsoleto y contrario a un modelo basado en la economía circular.

“El vertedero ha sido durante años la salida más fácil para lo que no sabíamos o no queríamos gestionar. Hoy lo sustituimos por tecnología, prevención, reciclaje y responsabilidad compartida“, señala la directora general.

Las actuaciones previstas benefician especialmente a municipios de tamaño medio y pequeño, donde muchas veces los recursos técnicos y financieros no permiten asumir en solitario la clausura de sus antiguos vertederos. La Consejería asume esta responsabilidad con visión territorial, priorizando la cohesión y la justicia ambiental.

“El Gobierno andaluz está comprometido con que ningún territorio quede atrás en esta transición. Clausuramos vertederos y apostamos por la apertura de nuevas oportunidades: en el empleo verde, mediante el fomento de la preparación para la reutilización, el reciclado y la valorización de materiales; en la mejora del medio ambiente y en la calidad de vida de los andaluces“, afirma Carmen Jiménez Parrado.

Con cada vertedero que se sella, Andalucía elimina una cicatriz de su paisaje, recupera espacio público y gana terreno para la sostenibilidad. El objetivo es que, en los próximos años, estos lugares puedan ser símbolo de regeneración y de un nuevo comienzo.

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