martes, 6 mayo 2025

Músicas para llegar a Dios

La Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española realizó hace algunos años una encuesta sobre el uso y práctica del canto y la música en las celebraciones litúrgicas. El contexto de esta consulta fue la celebración del medio siglo de la instrucción de la Congregación para el Culto Divino Musicam Sacram. El resultado constataba un panorama del que ya venían avisando los expertos en liturgia de las diócesis españolas: Los cantos religiosos populares y las composiciones más modernas han desbancado a la polifonía clásica, al gregoriano y al órgano como instrumento solista en las celebraciones religiosas de la Iglesia en España. Hoy no se puede hablar de música en la Iglesia sin tener en cuenta propuestas que se han viralizado con una rapidez inusitada, sobre todo entre los más jóvenes.

La Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española realizó hace algunos años una encuesta sobre el uso y práctica del canto y la música en las celebraciones litúrgicas. El contexto de esta consulta fue la celebración del medio siglo de la instrucción de la Congregación para el Culto Divino Musicam Sacram. El resultado constataba un panorama del que ya venían avisando los expertos en liturgia de las diócesis españolas: Los cantos religiosos populares y las composiciones más modernas han desbancado a la polifonía clásica, al gregoriano y al órgano como instrumento solista en las celebraciones religiosas de la Iglesia en España. Hoy no se puede hablar de música en la Iglesia sin tener en cuenta propuestas que se han viralizado con una rapidez inusitada, sobre todo entre los más jóvenes.

Sin ánimo de resultar excluyente, lo que esta encuesta revelaba era un cambio fácilmente reconocible en las celebraciones litúrgicas, que se explicaba con el argumento de la inculturación, el acercamiento a costumbres locales o el progresivo alejamiento del latín de los valores culturales acumulados por tradición en la Iglesia. En cualquier caso, las celebraciones religiosas “sonaban de otra forma” ¿Se conseguía de esta manera una mayor implicación del creyente en lo que estaba celebrando? En definitiva… ¿Se acercaban más a Dios?

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Este debate se sostenía entre quienes defendían la primacía de formatos clásicos y los que apostaban por nuevos instrumentos, voces y formatos, hasta que literalmente saltó por los aires. El detonante fue la irrupción de un fenómeno que se ha vuelto viral, traspasando los límites de lo estrictamente ritual para convertirse en un acontecimiento de masas que, seguramente sin pretenderlo, llega a competir entre las preferencias musicales de un sector nada desdeñable de jóvenes…, y no tan jóvenes. Sirva el dato de la audiencia para poner encima de la mesa la irreversibilidad de una nueva corriente musical: el tema Huracán, de Hakuna, se situó el año 2022 en el noveno puesto de las canciones más escuchadas en España a través del portal Spotify.

Hakuna como aval de nuevas expresiones de fe

Músicas para llegar a DiosHakuna (Hakuna Group Music, para ser más precisos) llegó hace años para acompañar las horas santas de grupos juveniles. El papa Francisco los definió como “una familia eucarística”, y su semilla la encontramos en la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró el año 2013 en Río de Janeiro. El ‘caso Hakuna’ es un exponente entre otros, quizás el más llamativo, de una corriente que ha llegado para quedarse, hasta el punto de cambiar en cierto modo la manera en la que los jóvenes canalizan su espiritualidad.

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Ya no resulta extraño escuchar temas como Noche o Madre en un ambiente de oración más allá del ámbito de Hakuna. Su música ha sido adoptada libremente por otros movimientos, métodos y expresiones espirituales. En otros casos, ha guiado o avalado una nueva forma de poner música a la íntima y comunitaria relación con Dios. Obviamente, no se trata de arrinconar el gregoriano y la música de órgano en aras de una corriente que gana adeptos con una sorprendente rapidez. Pero nadie puede obviar la realidad. Y es que estamos asistiendo a expresiones de fe que quizás no encajen en modelos que resumiríamos bajo el calificativo de clásicos, pero que se están revelando con una eficacia excepcional en sectores del Pueblo de Dios a los que la Iglesia ha tratado de “llegar” con un resultado dispar.

De Pueblo de Dios o Gen Rosso a nuestros días

Músicas para llegar a DiosHace décadas, y siguiendo la estela del Concilio Vaticano II, en nuestras iglesias sonaban los acordes que popularizaron Pueblo de Dios, Gen Rosso y otras aventuras musicales que, ellos sí, rompieron moldes de siglos. Les siguieron cantautores católicos que hicieron de su vocación una consagración. Martín Valverde o Pablo Martínez son reconocidos por sus canciones de adoración y alabanza. Más cerca nuestra, los cantautores Jesús Cabello, Luis Guitarra o Migueli se han ganado un lugar en este amplio espectro musical. Y no son los únicos.

Músicas para llegar a DiosCon todo, cabría decir que el Señor le pone a su llamada los acordes que mejor suenan en cada momento, sabiendo a quién quiere llegar. Por eso, porque Dios llama cómo y cuándo quiere, no descartemos casos como el del filósofo Manuel García Morente, para quien la música fue su “revelación sonora”, su porta fidei a una nueva vida.

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