IN MEMORIAM – PAPA FRANCISCO
Mientras se escribía este reportaje para la Revista Fundación. Nuestra razón de ser tuvo lugar el fallecimiento del Papa Francisco, primer pontífice latinoamericano y jesuita, que marcó su papado con carácter humilde, cercano y con un compromiso con los más vulnerables. Inspirado por San Francisco de Asís, promovió una Iglesia sencilla y defensora de la dignidad humana, así como los derechos de las personas. Su legado de misericordia, diálogo y justicia trasciende fronteras y perdurará siempre.
Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, visitó al Santo Padre junto a una comitiva en la que se le presentaron las conclusiones del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular.
Durante el primer trimestre del año, el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, formó parte de la delegación que fue recibida en audiencia por el Papa Francisco en la Ciudad del Vaticano.
La delegación, encabezada por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, contó con otras personalidades de gran relevancia institucional, como el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.
El objetivo principal de dicha cita era la de presentar ante el Santo Padre las conclusiones del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, celebrado en la capital andaluza durante el mes de diciembre del pasado año.
Durante el encuentro, el Papa Francisco mostró especial interés por la dimensión social de las hermandades andaluzas, destacando la riqueza espiritual y comunitaria que representan. En sus palabras, subrayó que la piedad popular no debe quedarse en una expresión estética o superficial, sino ser un auténtico camino de oración y testimonio de amor. Agradeció a los representantes andaluces su labor en la promoción de valores humanos y cristianos, y animó a seguir siendo testigos de un amor desbordante, con un fuerte compromiso hacia los más vulnerables.
Antonio Pulido, en su intervención ante el Pontífice, subrayó la estrecha relación que la Fundación Cajasol mantiene con las hermandades y la labor social que estas desempeñan.
«En Andalucía, las hermandades no solo son guardianas de nuestra tradición y nuestra fe, sino también motores de solidaridad, trabajando cada día por los más necesitados, especialmente en tiempos difíciles», afirmó Pulido.
Además, Pulido tuvo el privilegio de hacer entrega al Papa Francisco de dos regalos cargados de significado. Por un lado, la obra El divino impaciente de José María Pemán, autor y obra que el Papa ha mencionado en varias ocasiones como referencia vital. El Pontífice recordó emocionado que él mismo había interpretado esa obra en su juventud, como actor aficionado en Argentina, un detalle que compartió con la delegación y que provocó sonrisas y complicidad.
Por otro lado, Antonio Pulido entregó al Papa el libro Sevilla en clausura, una obra conjunta del escritor Ismael Yebra y el fotógrafo Antonio del Junco, que retrata con delicadeza la vida de las religiosas de clausura en los conventos sevillanos. Pulido explicó al Santo Padre que se trata de un homenaje al silencio, la oración y la entrega de esas mujeres que, desde el recogimiento, sostienen espiritualmente a la ciudad.
Al finalizar el encuentro, el presidente de la Fundación Cajasol explicó a los medios de comunicación que viajaron hasta el Vaticano cómo se sintió en el momento de conocer al Santo Padre.
“Para mí ha sido entrañable, muy entrañable, este encuentro con el Papa. Creo que se han dicho aquí ya muchas de las cosas, pero yo tengo que destacar algo muy importante, que hemos hablado de la caridad y de la obra social que llevan a cabo las hermandades”.
Tras ello, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, también aprovechó la salida para realizar una invitación formal al Papa Francisco, a visitar Sevilla y conocer de primera mano la riqueza y el potencial humano y espiritual de sus hermandades. Como símbolo de esta invitación, le entregó una pintura de la Virgen de los Reyes. El Papa recibió la obra con gratitud y expresó su afecto hacia Sevilla, una ciudad que, según sus palabras, ha sabido mantener el equilibrio entre tradición y modernidad.
Por su parte, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, destacó la proyección internacional de este congreso, que no solo refuerza la devoción popular, sino que también impulsa el turismo, la cultura y la economía regional.
A la salida del encuentro, Antonio Pulido resaltó la importancia de haber podido compartir este momento con el Santo Padre y el compromiso de la Fundación Cajasol por seguir impulsando iniciativas que fortalezcan la acción social, la cultura y la fe en Andalucía.
«Este encuentro nos impulsa a redoblar nuestros esfuerzos. La labor de las hermandades es una fuente de inspiración y ejemplo para toda la sociedad», señaló.
Natalia Palomino