Estudiantes de la asignatura ‘Habilidades motrices básicas y juegos motores’, del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, han supervisado esta mañana en el campus la participación de un grupo de personas mayores de la localidad de Salteras (Sevilla), en una jornada en la que han llevado a cabo juegos y actividades recreativas.
La jornada forma parte de las actividades para promover la salud, así como la convivencia intergeneracional, impulsadas por el Vicerrectorado de Campus Saludable y Deporte de la UPO, cuyo responsable, Antonio Fernández ha dado la bienvenida a los participantes junto al profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte Julio Ángel Herrador.
Así, estudiantes de primer curso de Ciencias del Deporte han dinamizado una sesión de juegos para promover la salud y la actividad física en el grupo de mayores, al tiempo que han compartido una experiencia que favorece el conocimiento mutuo entre generaciones, poniendo de relieve la importancia de construir una sociedad para todas las edades.
“El juego y todo lo relacionado con lo lúdico no debería entender de edad, clase social o cultura, y está demostrada su importancia en las sesiones de iniciación deportiva”, apunta Julio Ángel Herrador, que señala también su valor educativo y formativo. “El juego es también un instrumento imprescindible para la mejora de la condición física y la salud, para mantener las capacidades coordinativas, gracias sobre todo a su capacidad de motivación y por ser un indiscutible medio de socialización”.
La comunidad científica admite que el proceso de envejecimiento depende mucho de los hábitos de vida, de hecho, la práctica continuada de actividad física por parte de personas mayores amplía la etapa de la vida autónoma, es decir, previene y retrasa problemas de dependencia. Igualmente, la memoria y la capacidad de razonamiento también se conservan con la práctica; las actividades de recreo y ocio son importantes para prevenir los trastornos de memoria. Desde una perspectiva social, las actividades lúdicas compartidas, donde la persona se relaciona socialmente, no solo con personas de su misma edad, sino también con otras más jóvenes, permite que exista un intercambio de experiencias gratificantes y la conexión entre generaciones.