Un caleidoscopio sonoro. Así definen las notas al programa el repertorio que los intérpretes de la Orquesta Joven de Andalucía preparan en Pilas. Ochenta músicos y músicas, con edades que no superan los 25 años, preparan en su Encuentro de Primavera un programa que reúne obras emblemáticas del repertorio orquestal y celebra la riqueza de la música clásica con tintes populares. Manuel de Falla, Maurice Ravel y Juan Pablo Contreras firman las partituras que interpretarán en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera y Maestranza de Sevilla. Una invitación a un viaje artístico en el que tradición y modernidad se entrelazan, mostrando la diversidad y universalidad de la música como un lenguaje común e inspirador.
“Es un repertorio que conecta muchísimo con la energía de una orquesta juvenil y con un hilo conductor: los nacionalismos”, argumenta el director invitado de este encuentro, el colombiano Juan Pablo Valencia. Las músicas que sonarán en Jerez y en Sevilla tienen algo en común y es la “facilidad para percibir imágenes y experiencias en las que los compositores se basaron para componer estas piezas”, además de un viaje sensorial entre dos continentes, Europa y América Latina.
Con México como punto de partida, ‘Mariatchitlán’, de Juan Pablo Contreras, comienza este recorrido. La partitura condensa la vida de la Plaza de Jalisco, en ciudad de México, traduciendo al lenguaje académico el mundo mariachi y logrando un homenaje lleno de color y vitalidad al espíritu mexicano. La energía y pasión de esta composición resuenan en perfecta sintonía con los valores de la Orquesta Joven de Andalucía, que quiere reflejar y conectar culturas a través de la música.
De México a Andalucía a través de las ‘suites’ del ballet de ‘El sombrero de tres picos’ de Manuel de Falla. Las dos ‘suites’ escogidas capturan la esencia festiva y vibrante de esta obra, impregnada de ritmos populares y melodías que evocan la tradición española, amalgamando ritmos y melodías populares bajo un tejido orquestal de indudable ascendencia impresionista.
El director invitado del Encuentro de Primavera de la Orquesta Joven de Andalucía, Juan Pablo Valencia, junto a los músicos.
Como cierre, uno de los “grandes hitos sinfónicos que deben formar parte del repertorio académico de cualquier proceso de formación de una orquesta juvenil, porque va a contribuir a su desarrollo académico y va a dotar de madurez a los músicos”. Se trata de ‘Cuadros para una exposición’ de Modest Mussorgsky, presentado en esta ocasión en la célebre orquestación de Maurice Ravel -del que este año se conmemora el 150º aniversario de su nacimiento-. La partitura se inspira en los cuadros coloristas del pintor y arquitecto Viktor Hartmann y se distingue por su capacidad para fusionar arte visual y sonoro. La orquestación de Ravel dota a la obra de una paleta tímbrica rica y luminosa, así como de un diálogo entre la robustez rusa y el refinamiento francés.
“Es un gran honor estar al frente de la Orquesta con este programa, pero a la vez una gran responsabilidad por lo que significa”, afirma Valencia, al frente como director artístico en este encuentro tras haber formado parte del equipo académico desde 2023. El director colombiano viene trabajando con los intérpretes andaluces y esta labor continuará como director residente, encargado de acompañar en el proceso de crecimiento artístico y profesionalización de los futuros protagonistas andaluces de la música. Su papel en esta etapa, en la que el Programa Andaluz de Jóvenes Intérpretes ya ha pasado la treintena, servirá para aportar otra mirada al proceso de formación artística y de reforzar esa personalidad chispeante con la que conectó desde su primera colaboración con la formación.
Así, su labor será la de guiar esas ganas de aprender y aprehender, de orientar bien el talento y de contribuir a su crecimiento natural como artistas y como intérpretes. Un trabajo alienado con los valores del Programa, que ha permitido crear un tejido profesional en permanente renovación que sirve de cantera para dotar de savia nueva a las plantillas de las orquestas nacionales e internacionales, crear proyectos corales y sinfónicos de nuevo cuño e impulsar nuevas generaciones de solistas y de agrupaciones de música de cámara de carácter estable, además de profesionales de la gestión, la composición, la dirección orquestal y coral y la enseñanza de la música.