Las 65 personas que componen la delegación sevillana que ha participado en el Congreso Nacional de Vocaciones, que se ha celebrado en la capital española desde el 7 al 9 de febrero, agradecen profundamente “esta experiencia de sinodalidad, alegría y eclesialidad”.
Las delegaciones diocesanas de Pastoral Vocacional, Universitaria, de Juventud, Apostolado Seglar, Familia y Vida, Vida Consagrada, Misiones, Catequesis y Enseñanza, a las que se ha sumado la Fundación Diocesana de Enseñanza Victoria Díez, han vivido esta iniciativa organizada por la Conferencia Episcopal Española (CEE) a través del Servicio Nacional de Pastoral Vocacional, en el que se han dado cita unas 3.500 personas procedentes de 70 diócesis del país.
Valoración de la Iglesia en Sevilla
Durante la puesta en común los congresistas de Sevilla han destacado la importancia de la promoción de la cultura vocacional en todos los ámbitos eclesiales. Valoraron positivamente la realización de este Congreso, principalmente por la relevancia y visibilidad que se ha dado a todos los carismas dentro de la Iglesia, así como el testimonio que aportan los demás en la vivencia personal y comunitaria de la misión. Uno de los compromisos adquiridos por los seglares, seminaristas y sacerdotes participantes ha sido el de convertirse en portavoces de todo lo recibido, visto y oído, descubriendo en el día a día de la vocación personal «todo aquello que Dios regala como un don al servicio de los demás».
En palabras del sacerdote Andrés Ybarra, rector del Seminario Metropolitano de Sevilla y coordinador de la delegación sevillana en esta cita eclesial, “el Congreso de Vocaciones ha sido un momento de Iglesia magnífico donde hemos podido compartir los distintos carismas y movimientos, una experiencia de gracia de Dios que con su amor nos llena y nos llama. Por eso, cada llamada es importantísima. El fin de semana nos ha permitido descubrir que Dios nos llama a vivir la vocación personal con fidelidad y confianza, el que lo vive de esa forma experimenta la plenitud”.
Sobre la continuidad del Congreso en la Archidiócesis de Sevilla, Ybarra ha subrayado dos citas. La primera será la Jornada del Buen Pastor que se celebrará el 26 de abril, en la que se profundizará en las distintas vocaciones que enriquecen la vida de la Iglesia. Posteriormente, durante el mes de noviembre, la Delegación de Apostolado Seglar convocará a un encuentro diocesano para vivir como familia el Jubileo ‘Peregrinos de Esperanza’.
Asamblea de llamados para la misión
Alberto Durán, miembro del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (Sarus), ha destacado la importancia de descubrir la propia vocación “sabiendo que nuestra existencia está pensada desde la eternidad por Dios y, que ahora nos corresponde a nosotros responder a esa iniciativa de amor”.
Por su parte, Chavela Moreira, catequista y miembro de la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización, ha referido que los talleres celebrados durante el fin de semana le han aportado “una riqueza espiritual profunda, entre ellos la lectio divina dedicada a los jóvenes o el acompañamiento a personas con discapacidad”. Para Javier Madruga, Laura Fernández y Andrea Bermudo, miembros de la Delegación Diocesana para la Pastoral con Jóvenes, el Congreso ha sido especialmente significativo por las herramientas de discernimiento que les ha aportado en el descubrimiento de su vocación y misión dentro de la Iglesia.
María del Águila Cordero y Elena Sánchez, catequistas y miembros de la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización coinciden en describir el Congreso “como una gracia de Dios y un regalo de la Iglesia en España donde cada congresista está redescubriendo que somos para Cristo”.
José María Granero y Ana María Herrera son novios desde hace más de cuatro años, asistieron al Congreso Nacional de Vocaciones por parte de la Delegación Diocesana de Familia y Vida, conscientes de “descubrir la importancia y la urgencia de las vocaciones, entre ellas, la del noviazgo cristiano como una etapa previa al matrimonio en unión con Cristo”.
La vida consagrada de la Archidiócesis de Sevilla también participó del Congreso de Vocaciones. Para Ana Victoria Peña, virgen consagrada del Camino Neocatecumenal, este encuentro ha significado “recordar nuevamente la llamada inicial que Dios me hizo hace más de 16 años y que me invita a responder diariamente a la pregunta ¿Para quién soy?”.
El vicario episcopal para la Vida Consagrada, José Ángel Martín, ha expresado “que durante la celebración del Congreso el Espíritu Santo ha estado especialmente sobre la Iglesia en España”. De Sevilla han asistido representantes de institutos de vida consagrada, institutos de vida secular, sociedades de vida apostólica y el ordo virginum.
Francisco Berjano, miembro de la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar, tuvo la oportunidad de participar como ponente y explicar en primera persona cómo se puede vivir la vocación en el entorno de las hermandades y cofradías. “También hemos hablado de los aspectos a mejorar dentro de la piedad popular porque estamos construyendo entre todos, siempre en camino”.
Finalmente, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, que se incorporó al Congreso de Vocaciones la mañana del domingo, exhortó a la representación sevillana a acordarse “de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde somos convocados. Duc in altum, a lo alto, a lo ancho, a lo hondo, para responder a la pregunta, ¿Para quién soy yo?”.
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- Primer día del Congreso de Vocaciones (7 de febrero)
- Segundo día del Congreso (8 de febrero)
- Tercer día del Congreso (9 de febrero)
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