La tarde de este domingo, solemnidad de la Sagrada Familia, la Catedral de Sevilla acogió la Eucaristía de clausura del Año Jubilar de la Archidiócesis. La misa fue presidida por el arzobispo hispalense, monseñor José Ángel Saiz Meneses, concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Teodoro León y sacerdotes del clero diocesano. En palabras de monseñor Saiz, “el hecho de clausurar el Año Jubilar no significa que quede cerrada la puerta a la gracia”. Al contrario, “es el momento de guardar en el corazón lo vivido, como María, y de traducirlo en acciones eficaces para el futuro. El Jubileo nos ha llamado a redescubrir la centralidad de Cristo en nuestras vidas y comunidades; la importancia de la conversión personal y comunitaria, del sacramento de la Reconciliación, de la Eucaristía dominical; la dimensión misionera de la Iglesia, que la lleva a no encerrarse en sí misma, sino a salir al encuentro; la prioridad de los pobres, de los que sufren, de los descartados; el valor de la familia como Iglesia doméstica, primera escuela de fe y de humanidad”. En esta línea destacó que “la Archidiócesis de Sevilla ha vivido un Año de gracia, un verdadero tiempo de peregrinación, de conversión y de esperanza”.
A todos los asistentes los instó a preguntarse “¿Qué nos ha dicho el Señor en este Año Jubilar? ¿Qué debemos conservar, qué debemos cambiar, qué debemos iniciar? No se trata de multiplicar actividades, sino de profundizar en lo esencial: la oración, la Palabra de Dios, la Eucaristía, la caridad, el testimonio, la comunión eclesial. Y hacerlo con ese estilo de la Sagrada Familia de Nazaret: sencillez, silencio, trabajo, obediencia a Dios, ternura y amor fiel”, destacó el arzobispo.
Con la mirada puesta en el Jubileo de la Redención 2033
En este sentido, añadió que la bula Spes non confundit recuerda que el Jubileo de 2025 “no es un punto final, sino una etapa en el camino hacia el gran Jubileo de la Redención del año 2033, cuando la Iglesia celebrará los dos mil años de la Pascua de Cristo. Somos invitados a vivir estos años como un itinerario de fe, reconciliación y esperanza que nos acompañe hacia 2033. No sabemos cómo estará el mundo dentro de ocho años, pero tenemos la certeza de que Cristo estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y su Redención mantiene siempre su fuerza renovadora”. Por este motivo, don José Ángel invitó a los diocesanos «a que no apaguen la llama; a que sigáis siendo peregrinos de esperanza en vuestras familias y ambientes: Padres y madres: sed testigos de un amor fiel y abierto a la vida, educad a vuestros hijos en la fe, en la oración, en la caridad, en el servicio a los pobres”.
Acción de gracias
El arzobispo hispalense elevó una acción de gracias a Dios “por todo el amor, por todos los dones recibidos en este Año Jubilar que iniciábamos con el Papa Francisco, y que hoy clausuramos con el papa León XIV. Ponemos en manos de la Sagrada Familia de Nazaret el camino que se abre ante nosotros: los años que nos conducen al Jubileo de 2033″.
- Galería fotográfica
- Retransmisión de la Misa
- Vídeo resumen en la cuenta en X del arzobispo de Sevilla
- El Jubileo ha sido “una ocasión para la conversión personal y una oportunidad para seguir avanzando por el camino iniciado en el Bautismo”
- Jubileo 2025