En la conocida calle de Luis Montoto se encuentra la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres, congregación fundada por santa Juana Jugan.
En el recinto se veneran varias imágenes del Corazón de Cristo, reflejo de la confianza que tienen las religiosas en la Divina Providencia, ya que viven de los donativos en dinero o especie para atender debidamente a los ancianos acogidos en la residencia. Y como el Señor cuida de todos, diariamente experimentan la confianza en la Providencia, pues no falta lo que necesitan.
En el exterior hallamos dos estatuas del Sagrado Corazón, la primera en la parte superior de la fachada, y la segunda en el jardín posterior de la casa.


En el jardín que rodea la casa, en una pradera, sobre un pedestal cuadrado, recientemente han bendecido una escultura de piedra artificial, de color blanco, que representa al Sagrado Corazón con las dos manos delante, señalando el corazón, que resalta rodeado de ráfagas de luz. El rostro expresa acogida, confianza y entrega. Los ancianos, las religiosas, los visitantes y el personal que trabaja allí pueden mirar a Jesús y darse cuenta de la importancia que tiene esa escultura, porque da sentido al trabajo, al sufrimiento, al dolor y la enfermedad, a las limitaciones corporales, y expresa el amor, la entrega, la generosidad, la confianza en el Señor.
Federico Jiménez de Cisneros



