El domingo 28 de diciembre la Iglesia celebra la Jornada de la Sagrada Familia bajo el lema ‘Matrimonio, vocación de santidad’.
Como cada año, para preparar esta jornada, la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha elaborado una serie de materiales, que incluyen un folleto para orar en familia esta Navidad, y que se puede descargar en la web diocesana.
Por su parte, los obispos de esta Subcomisión reflexionan en su mensaje sobre “el gran don de la vocación matrimonial y familiar, a la luz de lo vivido en el Congreso para las Vocaciones”, que tuvo lugar el pasado mes de febrero en Madrid.
El texto comienza abordando “la antropología del don”, un concepto del papa Juan Pablo II con el que defiende que “el hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente”. Precisamente de esta experiencia del amor primero brota la entrega de uno mismo a los demás.
Los obispos subrayan que el camino vocacional de cada persona “es un plan único trazado por Dios”, que se va revelando en el tejido real de la vida. En el caso del matrimonio, “la llamada no se percibe habitualmente como una decisión previa y abstracta —como si primero uno descubriera su vocación al matrimonio y solo después encontrara a la persona adecuada—, sino que nace precisamente en el encuentro con alguien concreto”. En este sentido, aseguran, “es en el amor hacia una persona determinada donde el hombre y la mujer descubren que Dios los llama a vivir una comunión estable y fecunda, a hacer de ese vínculo una entrega total y definitiva”.
El mensaje continúa reconociendo que “el matrimonio es una verdadera vocación, llamada a visibilizar, nítida y abiertamente, el amor con mayúsculas sin rebajas ni aditamentos que lo desvirtúen” y el hogar “el primer tabernáculo, el ámbito de la intimidad más profunda donde el amor auténtico se hace visible”.
Santidad del matrimonio
Los obispos lamentan en su mensaje la situación del mundo actual, “donde el matrimonio se encuentra desprestigiado, en decadencia, por el egoísmo, la falta de compromiso, la individualidad imperante, la exacerbación del yo y las dificultades económicas y materiales para llevar a cabo un proceso de vida en común”. En este contexto, instan a los matrimonios a dar un testimonio “audaz e incansable” y a ser “testigos firmes de Cristo en esta santa vocación”. “Necesitamos familias que, como Iglesia doméstica, sean testigos vivos del amor de Cristo por su esposa, la Iglesia, manifestando con su vida cotidiana la gracia que las capacita para responder a la llamada de Dios y reflejar su amor único y entregado”, concluye el texto.
Puede descargar los materiales para preparar esta jornada aquí.