Desde la primavera de 2025, la Catedral de Sevilla ofrece un recorrido cultural y espiritual distinto al habitual: la visita nocturna titulada El Evangelio de la Madera: Noches de la Catedral. Se realiza los sábados a las ocho y media de la tarde y permite a los asistentes recorrer las naves del templo en un ambiente de recogimiento y contemplación, para culminar con un espectáculo de luz, sonido y dramatización sobre el Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla.
La experiencia combina varios elementos artísticos. Por un lado, destaca la iluminación diseñada por Florencio Ortiz, que acompaña el texto teatral del dramaturgo Alfonso Zurro, así como voces de actores y música compuesta por José Manuel Vaquero. Todo unido da vida, en apenas media hora, al relato simbólico y teológico que subyace en el Retablo.
Además, desde septiembre de 2025 la visita cuenta con subtítulos en inglés, lo que amplía su accesibilidad a visitantes internacionales.
El Retablo Mayor: “Evangelio de madera” y joya de la cristiandad
El Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla, conocido por muchos como “el Evangelio de madera más grande del mundo”, no es un retablo convencional: sus dimensiones y su riqueza simbólica lo convierten en una obra maestra y un instrumento de evangelización visual.
Fue comenzado en 1482 por el escultor flamenco-hispano Pedro Dancart, y su construcción se prolongó por más de 80 años, finalizando alrededor de 1564.
Su estructura alcanza unos 26 metros de altura por unos 18–20 metros de ancho y abarca más de 400 m².
Está tallado en madera de nogal y castaño, con más de 200 figuras (santos, escenas bíblicas, relieves) que narran episodios de la vida de Cristo, la Virgen y distintas figuras del Antiguo Testamento.
Este mobiliario sacro fue pensado no solo como decoración, sino como un “libro visual” destinado a enseñar las historias sagradas a quienes no sabían leer, difundiendo la fe a través del arte.
Más allá del turismo convencional
La apuesta por esta visita nocturna representa una forma renovada de vivir el patrimonio religioso y cultural de Sevilla. Logra un ambiente íntimo y meditativo: al celebrarse por la noche, con aforo limitado y exclusión de zonas masificadas como la Giralda, potencia la contemplación espiritual y la admiración pausada.
Dispone el arte al servicio del mensaje: el diseño lumínico transforma el retablo en un “lienzo de luz”, destacando detalles escultóricos que podrían pasar desapercibidos de día. Y la narración se hace accesible y multisensorial: la voz, la música, la iluminación y la ambientación logran transmitir de forma cercana y emocional el valor teológico e histórico del Retablo, apelando no solo a los ojos, sino al corazón.
Es un puente entre lo local y lo global: sus subtítulos en inglés y su formato multimedia permiten que tanto sevillanos como turistas extranjeros puedan acercarse al patrimonio con profundidad. Y también un impulso cultural y turístico sostenible: la propuesta forma parte de un modelo de “turismo amable”, pensado para diversificar la oferta nocturna, reducir masificaciones y fomentar el respeto por la Catedral como espacio de espiritualidad y arte.



