La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha subrayado en el Pleno del Parlamento andaluz las dos líneas de subvenciones que ha puesto en marcha su departamento para apoyar a los municipios en acciones frente al cambio climático. Catalina García ha explicado que estas convocatorias, que suman casi seis millones de euros, nacen con un propósito muy claro: acompañar a los ayuntamientos andaluces en la gestión de un fenómeno que ya está teniendo efectos visibles sobre la salud, el bienestar y la economía de la ciudadanía.
De este modo, ha recordado que Andalucía es una de las regiones europeas más vulnerables al calentamiento global, un aspecto que confirman los Escenarios Locales de Cambio Climático, donde se anticipan incrementos de temperatura que podrían situarse entre dos y cuatro grados y medio a mediados de siglo, con picos de hasta cinco grados y medio en los escenarios más desfavorables. Sobre este contexto, García ha indicado que fenómenos como el calor extremo, la escasez de agua o los episodios adversos están condicionando la vida diaria de la población y requieren respuestas sólidas, planificadas y permanentes.
Por ello, ha explicado que los entornos urbanos sufren especialmente estas consecuencias por la mayor densidad de edificios y la falta de vegetación, lo que acentúa el efecto de las denominadas ‘islas de calor’, capaces de elevar la temparatura hasta cinco grados adicionales en determinadas zonas de las ciudades. La consejera ha sostenido que estos efectos son síntomas muy evidentes que afectan al día a día de la ciudadanía y que reclaman una acción pública eficaz y cercana al territorio.
Para avanzar en esa dirección, ha recordado que la Junta está desarrollando desde 2021 el Plan Andaluz de Acción por el Clima, que establece la hoja de ruta de todas las políticas de Andalucía a este respecto. Así, ha señalado que los ayuntamientos desempeñan un papel esencial en este marco, porque la planificación municipal es la que permite que cada localidad pueda anticiparse, prepararse y actuar con criterios comunes. Por este motivo, ha destacado que este año la Consejería ha entregado los Planes Municipales contra el Cambio Climático a más del 95% de las localidades con menos de 50.000 habitantes, garantizando así un trabajo local fundamentado y coordinado.
Herramientas a los ayuntamientos para actuar con anticipación
Dentro de este mismo enfoque, ha detallado la primera de las convocatorias, dotada con cinco millones de euros y financiada con fondos FEDER. Según ha dicho, estas ayudas, recogidas en las bases reguladoras publicadas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía del pasado 12 de noviembre, representan un impulso decisivo para reforzar la acción climática municipal. Según ha indicado, permitirán financiar actuaciones muy diversas, como la creación de zonas verdes, cubiertas y muros vegetales, intervenciones en centros educativos, sistemas de recogida de aguas pluviales, restauración de humedales o ríos, así como espacios de confort climático y áreas de sombra en zonas especialmente expuestas.
Todas estas actuaciones tienen un objetivo común: reducir emisiones, mejorar la biodiversidad y hacer que las ciudades sean más habitables y saludables. Al respecto, ha apuntado también que esta línea se alinea con el Objetivo Político 2 del FEDER, centrado en avanzar hacia una Europa más verde, y con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13, relativo a la acción por el clima dentro de la Agenda 2030. Por ello, ha remarcado que estas ayudas no solo apoyan proyectos concretos, sino que consolidan una estrategia global que contribuye a la transformación urbana y al bienestar colectivo.
En su intervención, la consejera ha querido resaltar además la segunda línea de ayudas, dotada con 775.000 euros y dirigida a los municipios de más de 50.000 habitantes. Esta convocatoria se integra en el Plan de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) para Eventos Adversos, que financiará el cien por cien de los costes subvencionables con importes que oscilarán entre los 15.000 y los 60.000 euros por entidad. Sobre esta iniciativa, para la que ya han sido aprobadas igualmente las bases reguladoras, ha indicado que permitirá desarrollar proyectos piloto de sensibilización, educación climática y capacitación para los colectivos especialmente expuestos a los riesgos derivados de las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas.
Este tipo de intervenciones, tal y como ha asegurado, pretender mejorar la preparación ciudadana ante situaciones extremas, reforzar la capacidad de respuesta municipal y generar una cultura preventiva que se traduzca en mayor seguridad para la población. “Esta línea amplía la colaboración entre la Junta y los ayuntamientos, y fortalece la acción local frente a fenómenos que afectan especialmente a las personas mayores, enfermos crónicos o trabajadores expuestos a altas temperaturas”, ha añadido.
Por último, ha hecho hincapié en que estas dos convocatorias suponen un avance muy significativo en la estrategia climática de Andalucía, porque ofrecen herramientas reales a los ayuntamientos para actuar con anticipación y con rigor técnico. “La resiliencia municipal es una prioridad para la Junta. Estas ayudas vienen a reforzar las obligaciones legales que ya tienen los municipios, pero también su capacidad práctica para responder a los efectos del cambio climático”, ha concluido.