La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, ha inaugurado en el Museo Bellas Artes de Sevilla la exposición temporal ‘Los Bécquer, un linaje de artistas’, que reúne por vez primera más de 150 obras, entre óleos, dibujos, acuarelas y litografías de la familia Bécquer, “una de las sagas de creadores más singulares y prolíficas de las décadas centrales del siglo XIX, cuya maestría contribuyó de forma notable a la fijación del imaginario pictórico romántico“, ha señalado.
Del Pozo ha destacado que “la exposición ofrece una oportunidad única para conocer en profundidad el legado pictórico de esta familia, compuesta por José Domínguez Insausti, iniciador del grupo, su primo, el pintor costumbrista Joaquín Domínguez Bécquer, y Valeriano y Gustavo Adolfo, hijos del primero y formados en la técnica de la pintura y el dibujo en el taller del segundo”. Asimismo, ha recalcado Del Pozo, “la muestra supone el acercamiento más detallado a la desconocida faceta como dibujante del autor de ‘Rimas y leyendas’, al incluir algunos dibujos inéditos”.
Más de una decena de instituciones y colecciones públicas y privadas andaluzas, nacionales y europeas han prestado obras, que se han sumado a las magníficas piezas que ya custodia la pinacoteca de Sevilla. En opinión de Patricia del Pozo, “se trata de una iniciativa tan acertada como necesaria del Museo de Bellas Artes de Sevilla, por ser una muestra vinculada a su propia historia y, por ende, a la de Sevilla, respondiendo así a una de las líneas fundamentales de trabajo de la pinacoteca: la investigación y la divulgación de sus colecciones”.
Asimismo, Patricia del Pozo, que ha estado acompañada en la apertura de la exposición por la viceconsejera de Cultura y Deporte, Macarena O’Neill, la directora del Museo de Bellas Artes de Sevilla, Valme Muñoz, y el comisario de la muestra, el historiador del arte Manuel Piñanes García-Olías, ha puesto de manifiesto la importancia de iniciativas de esta envergadura, toda vez que “auspician una revisión crítica de la producción de estos grandes nombres del arte andaluz del siglo XIX, al tiempo que propician la restauración o tratamiento conservativo de muchas de las obras expuestas, que en este caso ha implicado una intervención en hasta 30 de las obras, ejecutada mayoritariamente en los propios talleres del Museo de Bellas Artes”.
El recorrido expositivo, dividido en cinco ámbitos, posibilita al visitante tanto apreciar las singularidades de los trazos de cada uno de los cuatro artistas, como vislumbrar algunas de las características comunes a todos ellos y su contribución al costumbrismo.
La muestra, que podrá verse hasta el 15 de marzo de 2026, recorre la producción de cada uno de los Bécquer evidenciando su agudeza a la hora de plasmar una época fundamental en la historia de España, que coincide, en el plano artístico, con el apogeo de la corriente del romanticismo, y, en el plano político y social, con los grandes cambios que sacudieron el siglo XIX en su tránsito hacia el liberalismo.
La exposición se compone de 65 óleos, 83 dibujos, acuarelas y litografías, cinco álbumes y dos libros procedentes de los fondos propios del Museo de Bellas Artes de Sevilla, así como de préstamos de particulares y museos, entre los que destacan el Musée Bonnat-Helleu de Bayona, (Francia), el Museo Nacional del Prado, el Museo San Telmo de San Sebastián, el Museo Nacional del Romanticismo, la Biblioteca Nacional, el Museo Carmen Thyssen de Málaga, el Museo de Cádiz y el Ayuntamiento de Sevilla.
La saga de los Bécquer
José Domínguez Insausti (1805-1841) fue el iniciador del grupo. Adoptó el célebre segundo apellido de su padre, siendo conocido como José Domínguez Bécquer. Era el padre de Valeriano y Gustavo Adolfo.
Joaquín Domínguez Bécquer (1816-1879), el más longevo de la saga y prolífico, fue primo y también discípulo de José y, como él, adoptó el segundo apellido de su padre. Mantuvo relaciones tanto con los duques de Montpensier y con la reina Isabel II. En 1866 fue nombrado conservador del Museo de Bellas Artes de Sevilla, entonces denominado Museo de Pinturas.
Valeriano Domínguez Bastida (1833-1870), que acogió el Bécquer como su padre, quedó huérfano desde la niñez, y fue educado por varios parientes, entre ellos Joaquín, primo de su padre, de quien aprendió el arte de la pintura. Su vida transcurrió estrechamente de la mano de su hermano Gustavo Adolfo. Ambos dejaron Sevilla para trasladarse a Madrid. Desde allí, viajaron a Veruela y recorrieron Castilla. En 1865 recibió una pensión anual para viajar por el país, estudiando las costumbres y los trajes nacionales. Murió a una edad temprana en Madrid, al igual que su hermano.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), célebre poeta, tuvo una reseñable faceta de pintor. En 1848 entró en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, situada entonces en las dependencias del Museo. Abandonó los estudios en 1850 por parecerle rutinarios, y pasó al taller de Joaquín, donde ya trabajaba Valeriano. Fue particularmente diestro en el dibujo, destacando su capacidad narrativa, imaginación y sentido irónico.
Cinco ámbitos expositivos
Estructurada en cinco espacios, el primer ámbito se centra en el iniciador de la saga, José Domínguez Bécquer y en la eclosión de su producción durante la década de 1830. En estos años su obra experimenta una gran difusión. Varios cuadros ejemplifican su dominio en la pintura de asuntos y costumbres populares como ‘Escena galante’ (colección Manuel Piñanes), ‘Partida de naipes’ (Ayuntamiento de Sevilla, Colección Bellver) y ‘Baile en una venta’ (Colección Abelló).
El segundo ámbito está dedicado a la obra de Joaquín Domínguez Bécquer, discípulo y heredero de José, quien culmina la obra que este no pudo continuar por su prematura muerte. Fija y perfecciona una pintura de costumbres que se caracteriza por una idealización del pueblo que, en sus mejores obras, sabe enmarcar con la belleza de los monumentos de Sevilla. La figura de Joaquín es fundamental en la Sevilla de la época de Isabel II. En esta sección se exponen algunas de sus obras más emblemáticas como su ‘Autorretrato’ (colección particular, Sevilla), ‘La Feria de Sevilla’, ‘Baile en exterior de una venta’ (Museo Carmen Thyssen, Málaga), ‘El Patio de Doncellas del Alcázar de Sevilla’ (colección particular, Sevilla) o las tres obras procedentes del Museo de San Telmo de San Sebastián: ‘La plaza de San Francisco al paso de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Pasión’, ‘Plaza de la Real Maestranza de Sevilla’ y ‘La Cruz del Campo’.
El tercer ámbito se destina exclusivamente a la producción de obra sobre papel: dibujos, acuarelas y litografías de José, Joaquín y Valeriano. Concebido a modo de gabinete, reúne la mayor selección de obra gráfica de José Bécquer: 22 acuarelas originales que permiten reconstruir el método de trabajo del artista. Estas piezaa eran adquiridas en Sevilla por viajeros extranjeros, principalmente franceses e ingleses, y plasmadas en litografías. De este modo se difunden en Europa, mediante el empleo de la litografía, los tipos andaluces, sus costumbres y monumentos entre un público cada vez más interesado por lo español. Destacan las series de litografías que reproducían personajes populares andaluces, realizadas en Francia e Inglaterra a través de Goupil-Vibert (Devéria), Bulla (Bayot) y del Andalusian Annual (Gaucci).
Esta sala también cuenta con la presencia de dibujos de Joaquín D. Bécquer como ‘Estudios del torero Francisco Montes alias Paquiro’, ‘Salida de una cuadrilla de la Maestranza’ (Museo Nacional del Romanticismo), así como otras series que manifiestan la estrecha cercanía de Joaquín a los duques de Montpensier. También muestra algunos de los dibujos de Valeriano.
La sección dedicada a Valeriano Bécquer lo refleja como el artista de técnica más depurada de la saga. Fue un excelente dibujante y pintor, si bien su obra es corta debido a su prematura muerte. Esta sección se compone de retratos y escenas de costumbres, destacando algunos como el ‘Retrato de muchacha’ (Museo Lázaro Galdiano) y ‘Retrato de dos niños’ (colección particular, Sevilla). Otros cuadros recogen temas de mayor actualidad, cercanos al realismo, como ‘El pintor carlista y su familia’ (Museo Nacional del Prado) o las interesantes escenas aragonesas y castellanas que pinta tras su instalación en Madrid, a modo de documento de interés etnográfico: ‘El presente. Fiesta mayor en Moncayo’ (Aragón),’ La víspera del santo patrono’, ‘La fuente de la ermita (Costumbres del Valle de Amblés en la provincia de Ávila)’, ambas del Museo del Prado.
El recorrido expositivo culmina con un pequeño espacio dedicado al poeta Gustavo Adolfo, hermano de Valeriano, y a sus incursiones realizadas en el terreno artístico como dibujante. Se pueden contemplar en esta sala los dibujos conservados en dos álbumes procedentes de la Biblioteca Nacional de España y otros inéditos (colección particular, Madrid). Junto a ellos destaca el retrato del poeta que realiza su hermano Valeriano Bécquer y que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, pieza clave del género del retrato de artista romántico, además de una primera edición de sus célebres ‘Rimas y Leyendas’.
Restauraciones
Con la finalidad de mostrar las obras en el mejor estado de conservación posible, desde el Museo de Bellas Artes de Sevilla se ha realizado un esfuerzo por restaurar un número importante de ellas. En esta ocasión, se han realizado restauraciones integrales de 17 lienzos y de sus respectivos marcos, además de dibujos, entre los que destacan el célebre retrato de Gustavo Adolfo Bécquer, ejecutado por su hermano Valeriano hacia 1862, y la ‘Procesión del Corpus por el interior de la Catedral de Sevilla ‘(1845), de Joaquín Domínguez Bécquer.
El Museo Nacional del Prado ha restaurado para la ocasión el lienzo de Valeriano Domínguez Bécquer ‘La fuente de la ermita (Costumbres del Valle de Amblés en la provincia de Ávila)’, depositado en el Museo del Romanticismo, mientras que el Museo Lázaro Galdiano ha intervenido en el ‘Retrato de muchacha’ (1866), también de Valeriano. Por otro lado, también se han realizado tratamientos de consolidación y mejoras de conservación de hasta 13 obras, incluyendo lienzos, acuarelas, y litografías.



