El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha presidido la mañana del domingo 30 de noviembre, I Domingo de Adviento, la solemne Misa estacional en la Parroquia de Ntra. Sra de las Nieves de La Algaba, con la que se ha clausurado la Santa Misión Parroquial que ha tenido lugar en esta localidad sevillana, con motivo de las bodas de plata de la consagración de la iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Desde que se iniciara el 20 de octubre de 2024 con la misa de envío, se ha desarrollado en La Algaba una labor evangelizadora, cuyo eje central ha sido la familia, como ya expresó el párroco de las Nieves, Gonzalo Fernández, en la presentación de este periodo extraordinario: “Es la célula básica de nuestra sociedad y núcleo desde el cual la Fe se transmite de manera natural”. Esta labor se ha llevado a cabo a través de los grupos de oración, formados principalmente por matrimonios, en los que han participado más de 400 personas y con los que se ha buscado reforzar la fe cristiana, con la familia como principal núcleo evangelizador.
Con motivo de esta misión, la imagen de Jesús Nazareno ha salido cuatro veces durante este mes de noviembre por las calles de esta localidad, como colofón a un año misionero con la familia como eje de muchas de las acciones emprendidas desde la parroquia y la hermandad, visitando el oratorio de la Hermandad del Cautivo, la ermita de San Salvador y la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, sede fundacional de la Hermandad de Jesús Nazareno, de la que se mudó hace 25 años a su nueva sede canónica. «Este recorrido misionero ha sido un signo hermoso y renovador: la imagen de Jesús Nazareno se ha hecho presente por calles y plazas, hemos recibido la Palabra de Dios, orado juntos, compartido la Eucaristía, la Adoración al Santísimo, encuentros en familia, caminos de conversión y servicio en torno a la familia cristiana», ha afirmado monseñor Saiz Meneses en su homilía.
«Que cada parroquia, hermandad y familia sean “Iglesia en salida”»
«La Misión ha querido despertar en cada corazón la conciencia de que ‘la Iglesia sale’ hacia sus fieles, y los fieles salen hacia los demás, sobre todo los más necesitados, los alejados, los que buscan un sentido a su existencia. Parroquia, Hermandad, sacerdotes, grupos, catequistas, familias, voluntarios… todos han sido protagonistas de este tiempo de gracia». El arzobispo de Sevilla ha instado a «no volver a la rutina» ahora que se clausura la Misión, sino a impulsar la vida misionera permanente: «que la parroquia, la hermandad y cada familia sean ‘Iglesia en salida’, luz que ilumina, pan que se comparte, esperanza que acoge».
Monseñor Saiz Meneses ha apelado, en el inicio del Adviento, «a estar vigilantes, alertas, conscientes de la presencia de Dios y de los hermanos». La vigilancia cristiana toma forma en la vida diaria, ya sea en la familia que reza, la juventud que se compromete, los mayores que transmiten fe, la hermandad que organiza la caridad… «Todas estas son manifestaciones de esperanza viva», ha apuntado don José Ángel.
Regidor Perpetuo
La imagen de Jesús Nazareno será nombrada Regidor Perpetuo, » un gesto simbólico que expresa la confianza del pueblo cristiano en su Señor, nuestro Dios, para que Él gobierne, oriente y bendiga la vida de la comunidad». «Que este acto no sea solamente protocolo- ha pedido Monseñor Saiz Meneses-, sino compromiso de futuro».
Las autoridades públicas y la comunidad reunida en la Eucaristía de clausura «expresan algo hermoso: la responsabilidad social del Evangelio, la fraternidad que une fe y vida, culto y ciudad», ha señalado el prelado hispalense. «Cada acción de servicio, cada gesto de solidaridad vivido en este año misionero, es semilla del Reino que germina».
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