viernes, 10 octubre 2025

Andalucía impulsa un nuevo modelo de atención comunitaria para las personas con problemas graves de salud mental

El consejero Antonio Sanz ha destacado que "los Equipos de Tratamiento Intensivo Comunitario buscan una atención más humana, accesible y comunitaria"

La Consejería de Salud y Consumo ha puesto en marcha la creación de los Equipos de Tratamiento Intensivo Comunitario (ETIC) don el fin de mejorar la atención a las personas que sufren problemas graves y complejos de salud mental. El consejero de Salud y Consumo en funciones, Antonio Sanz, ha destacado que “estos equipos, compuestos por profesionales especializados y con un enfoque de acompañamiento cercano, buscan ofrecer una atención más humana, accesible y comunitaria”.

En Andalucía se estima que alrededor de 2,4 por 1.000 habitantes personas son diagnosticadas con Trastorno Mental Grave, cifra cercana a la prevalencia que ofrece la literatura internacional entre 2,5 y 3 casos por cada 1.000 habitantes en población general. Además, existe cada vez más clínica sugerente de problemas derivados del Trauma Complejo. En términos generales, estas personas son atendidas de manera intensiva en dispositivos de tercer nivel que complementan a las Unidades de Salud Mental Comunitaria y, además, a través de los diversos programas de Faisem, se presta apoyo social. No obstante, un número elevado de personas requieren de otra respuesta asistencial.

- Publicidad -

De esta forma, y en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, Sanz ha señalado que “para responder a esta realidad, desde el Ejecutivo andaluz se han puesto en marcha, en los últimos años, 40 equipos ETIC, formados por psiquiatras, psicólogos clínicos, trabajadoras sociales, terapeutas ocupacionales, enfermeras especialistas en salud mental y monitores, distribuidos por todo el territorio de Andalucía”.

Estos equipos centran su trabajo en colectivos especialmente vulnerables: jóvenes que sufren una primera experiencia psicótica, personas con problemas de salud mental grave de más evolución, pero sin vinculación a la red o con falta de eficacia de los tratamientos y circuitos tradicionales, personas en riesgo de exclusión social o en situación de sinhogarismo. “Su misión es acompañar a las personas en su entorno cotidiano, fomentando su recuperación y autonomía y conectándolas con los recursos sociales y sanitarios existentes”, ha asegurado el consejero.

Del mismo modo, Sanz ha hecho hincapié en que “la actuación de estos equipos ha supuesto un importante avance y mejora de la calidad, la atención y la recuperación de estas personas y sus familias, preservando sus derechos y favoreciendo su participación”. Y supone, además, “una atención cercana que facilita la conexión con otros sectores, de esta forma se amplía la red que da soporte a la población que presenta este tipo de problemas”.

- Publicidad -

ETIC del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga

Uno de los ejemplos más destacados de este nuevo modelo es el ETIC del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, que es el equipo más numeroso de Andalucía con tres psiquiatras, dos psicólogas clínicas, cuatro enfermeras especialistas y dos monitoras de FAISEM.

Este equipo trabaja desde una perspectiva que pone a la persona en el centro de la atención. Sustituye los enfoques tradicionales centrados en los síntomas por una clínica basada en las necesidades y el trato, donde cada individuo es escuchado, acompañado y alentado a liderar su propio proceso de recuperación.

Desde esta mirada comunitaria, el ETIC ha impulsado varios proyectos pioneros. Uno de ellos es ‘La Casa Libre’, desarrollado junto a la Fundación RAIS-Hogar Sí, que ofrece viviendas con apoyos flexibles a personas en situación de sinhogarismo que requieren seguimiento en salud mental. Este programa piloto, que ya se ha extendido a tres equipos ETIC de la provincia, ha demostrado que el acceso a un hogar estable y no institucionalizado mejora el bienestar y reduce las hospitalizaciones.

- Publicidad -

Otro ejemplo de colaboración innovadora es con el proyecto ‘La Mariskal’, promovido por la asociación AFENES. Se trata de un espacio abierto los fines de semana y festivos donde personas con problemas de salud mental o exclusión social pueden acudir libremente para compartir, recibir apoyo y participar en actividades de recuperación. En este entorno libre de coerción y de etiquetas diagnósticas, trabajan Agentes de Apoyo Mutuo que han conseguido que muchas personas que no querían acudir a los servicios de salud mental tradicionales encontraran en este espacio un lugar de confianza y comunidad.

Del mismo modo, y ante la demanda creciente de personas en situación o riesgo de sinhogarismo, el ETIC ha creado el ‘Programa Átopos’ dirigido a personas sin-lugar, bien porque están fuera de la red sanitaria y/o social, bien porque la situación de exclusión les ha desprovisto de herramientas para acceder a ella por los mecanismos establecidos. En este contexto se han ido estableciendo alianzas con el Programa Sin Hogar (PSH) de FAISEM.

Este trabajo conjunto refleja una convicción compartida: los problemas de salud mental no pueden separarse de los factores sociales, económicos y relacionales que los atraviesan.

Actualmente, el equipo malagueño se prepara para un nuevo desafío: ‘La Burbuja’. Un proyecto que ofrecerá alternativas a la hospitalización tradicional mediante casas de crisis, viviendas de autonomía, espacios relacionales no coercitivos y oportunidades laborales a través de cooperativas sociales. Esta iniciativa, nacida de la colaboración entre profesionales, entidades sociales y personas usuarias, busca consolidar un modelo de salud mental público, comunitario y respetuoso con la libertad y la dignidad de las personas.

Últimas noticias