Un consorcio internacional liderado desde Andalucía ha puesto en marcha un proyecto de investigación para determinar si el envejecimiento de las células y la muerte celular tienen una incidencia directa en la aparición y la progresión de la diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune que destruye las células productoras de insulina.
Este estudio se desarrolla en el marco de un consorcio que aglutina a instituciones públicas de investigación, hospitales, a la empresa Life Length, y a la Fundación DiabetesCERO en la que están representados los pacientes. Este consorcio está coordinado por Benoit Gauthier, investigador principal en Diabetes de la Fundación Progreso y Salud – entidad dependiente de la Consejería de Salud y Consumo.
En concreto, los científicos van a estudiar específicamente el acortamiento de los telómeros (un signo de envejecimiento celular) así como la actividad de la telomerasa (una enzima que añade ADN a los telómeros para evitar que se acorten durante la división celular) y la senescencia (muerte) de las células T (células del sistema inmunitario) en el desarrollo de la enfermedad. Se trata de identificar biomarcadores que permitan detectar la enfermedad en fases tempranas y explorar nuevas terapias capaces de frenar su progresión.
El proyecto, denominado ‘Telomere Dynamics and Cellular Senescence in Type 1 Diabetes: Exploring Biomarkers and the Impact of LRH-1/NR5A2 Activation’, parte de la hipótesis de que el acortamiento prematuro de los telómeros – las estructuras protegen los extremos de los cromosomas-, acelera el envejecimiento de las células T, propiciando respuestas inflamatorias que podrían desencadenar la enfermedad. “Sabemos que los telómeros son un marcador de envejecimiento celular y que las células inmunes de pacientes con diabetes tipo 1 muestran signos de deterioro temprano. Queremos entender si este proceso comienza antes de que aparezcan los síntomas clínicos y si podemos revertirlo”, explica Gauthier.
Detectar la enfermedad en fases tempranas
En el marco de este estudio, además, se pondrá en marcha un proyecto piloto con un enfoque pionero ya que contempla no sólo un programa sistemático de detección temprana de diabetes tipo 1 en fases presintomáticas en personas de alto riesgo (tanto familiares de primer grado como aquellas personas con alto riesgo genético) sino que incluye también evaluación psicoemocional y educación terapéutica específica, siendo así el único de sus características en el territorio nacional.
En este sentido, los científicos analizarán muestras de sangre de pacientes en distintas fases de la enfermedad, incluidas personas en riesgo aún sin síntomas. El objetivo es, precisamente, determinar si los telómeros y la actividad de la telomerasa en las células T de los pacientes con T1D están afectados y pueden servir como marcador diagnóstico.
Para ello, cuentan con la colaboración de María Asunción Martínez Brocca, jefa de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen Macarena y directora del Plan Integral de Diabetes de Andalucía; de María Isabel García Sánchez, Dirección Técnica y Coordinación del Nodo del Hospital Universitario Virgen Macarena del Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía; de María del Mar Romero Pérez, de la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen Macarena; de la Fundación DiabetesCERO; y también con Marta Marsal y Enrique Samper de la empresa madrileña Life Length líder en medición de los telómeros gracias a su tecnología patentada TAT® (Telomere Analysis Technology); y de Macarena Alpañés, de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.
El proyecto también estudiará el comportamiento de un compuesto llamado BL001, descubierto y patentado por el grupo de investigación de Gauthier. Este actúa sobre una proteína del núcleo de las células (LRH-1/NR5A2) y, en estudios con animales que ya se han realizado con anterioridad, ha mostrado efectos esperanzadores, ya que se ha observado que ayuda a reducir los niveles altos de azúcar en sangre y favorece una respuesta inmunitaria más equilibrada y menos inflamatoria. Los investigadores quieren comprobar ahora si también puede proteger los telómeros de las células T y retrasar su envejecimiento.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que las propias defensas del organismo destruyen las células beta del páncreas, responsables de producir insulina. Aunque se sabe que el sistema inmune juega un papel central en este proceso, los mecanismos que desencadenan la pérdida de tolerancia inmunológica no están del todo claros. La diabetes tipo 1 es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia, con una alta incidencia en la infancia y adolescencia, aunque puede desarrollarse a cualquier edad.
Este proyecto, con una duración inicial de dos años, ha sido financiado con más de 500.000 euros por la asociación internacional ‘Breakthrough T1D’, conocida anteriormente JDRF. Se trata de la cuarta ayuda que esta entidad concede a Gauthier, lo que eleva el apoyo acumulado a cerca de 2,5 millones de euros.
La iniciativa cuenta además con el respaldo de la Fundación DiabetesCERO para conectar a los pacientes con el proyecto, consolidando así una alianza internacional y nacional en la investigación de la diabetes tipo 1.