viernes, 12 septiembre 2025

La Policía Nacional desarticula la cúpula de una organización criminal dedicada a estafas mediante la técnica del “falso empleado de banca”

Se ha detenido a 11 personas y se han llevado a cabo 11 entradas y registros en un operativo, con más de 100 agentes en varias provincias españolas, en el que se han incautado criptoactivos, casi 30.000 euros en efectivo, terminales telefónicos, joyas y relojes de alta gama

Ocasionaron un perjuicio de casi 1.000.000 de euros en varias provincias

Se ha detenido a 11 personas y se han llevado a cabo 11 entradas y registros en un operativo, con más de 100 agentes en varias provincias españolas, en el que se han incautado criptoactivos, casi 30.000 euros en efectivo, terminales telefónicos, joyas y relojes de alta gama

Al inicio de la operación se contabilizaban 111 víctimas si bien, durante los registros, se ha podido determinar la existencia de un total de 273 de estafados mediante esta técnica de phising

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Presionaban a sus víctimas para obtener las claves bancarias y sustraer el dinero de sus cuentas, aprovechando estancias en hoteles para ejecutar las campañas de estafas a través de redes wifi no vinculadas a las identidades falsas con las que se registraban

12/09/25

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada a estafas mediante la técnica del falso empleado de banca en la que han ocasionado un perjuicio económico de casi 1.000.000 de euros a 273 personas. Han sido detenidas 11 personas y se han llevado a cabo 11 entradas y registros en un operativo que ha contado con más de 100 agentes en varias provincias españolas en el que se han incautado criptoactivos, casi 30.000 euros en efectivo, terminales telefónicos, joyas y relojes de alta gama.

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La investigación comenzó a principios de año cuando se determinó que, una serie de delitos de estafa cometido bajo la técnica de phising del “falso empleado de banca”, cometidos en varias provincias españolas, tenían un patrón que confluía en los mismos presuntos autores.

 

Ganarse la confianza como empleado para vaciar las cuentas

 

Los investigados, disponían de una amplia base de datos de clientes a los que contactaban telefónicamente, generando un clima de confianza para advertirles de la detección de movimientos fraudulentos en sus cuentas.

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A continuación, les solicitaban las claves de operaciones para, supuestamente, bloquear dichos movimientos, cuando lo que en realidad pretendían conseguir era autorizar movimientos de efectivo en su favor, que se traducían en transferencias bancarias, movimientos en plataformas de intercambio de dinero instantáneo, compras de tecnología y de criptomonedas.

 

En cuanto a las medidas de seguridad adoptadas por los estafadores, implicaban el uso de numerosos teléfonos móviles, llegando a contabilizarse durante la investigación hasta 55 números distintos, que eran intercambiados periódicamente para evitar ser identificados con facilidad.

 

Utilizaban redes wifi de hoteles y se registraban con datos falsos

 

De otra parte, los investigadores detectaron que, para la ejecución de las estafas, aprovechaban periodos de residencia en hoteles, en los que se registraban con documentación sustraída a nombre de terceras personas, de este modo, utilizaban redes wifi no vinculadas a sus identidades.

 

Esta era la composición de la cúspide del entramado, la cual contaba también con una amplia red de “mulas bancarias”, personas que utilizaban para la recepción del dinero defraudado a las víctimas.

 

Así pues, las diferentes medidas de investigación tecnológica adoptadas por los investigadores, permitieron finalmente identificar plenamente a los cuatro dirigentes de la organización, quienes ocupaban el rol de autores materiales de las estafas.

 

De 111 víctimas iniciales a 273 tras los registros

 

Finalmente, se llevó a cabo la explotación de esta primera fase de la operación, practicándose entradas y registros en las localidades gaditanas de San Fernando, Jerez de la Frontera, Chiclana de la Frontera y la barcelonense ciudad de Sabadell, que culminaron con la detención de tres de los cuatro investigados principales del entramado, como presuntos responsables de los delitos de estafa, usurpación de identidad y pertenencia a grupo criminal.

                              

Durante los cinco registros domiciliarios llevados a cabo, puesto que, si bien hasta el momento de la explotación habían sido detectadas 111 víctimas de la organización criminal, repartidas por todo el territorio nacional, gracias a la realización de las diligencias de entrada y registro, junto con el análisis de los dispositivos hallados, se pudo descubrir un total de 273 víctimas, a las que les habrían causado un perjuicio económico de más de 778.637 euros.

 

Por lo que respecta al material incautado en los registros, se intervinieron, entre otros efectos, criptoactivos equivalentes a 7.500 euros, 27.660 euros de dinero en metálico, seis teléfonos móviles utilizados para la comisión de las estafas, un documento nacional de identidad sustraído, tres relojes de alta gama, joyas, prendas de ropa y otros complementos de lujo, así como consolas de videojuegos, ordenadores y otros efectos electrónicos, presumiblemente obtenidos con el producto de la actividad ilícita desarrollada por los arrestados.

 

Los arrestados fueron puestos a disposición de los Juzgados de Guardia de las localidades de Jerez de la Frontera y Chiclana. El cuarto involucrado no pudo ser localizado y se le ha decretado una orden de búsqueda.

 

Desarticulada la red de “mulas”

 

Durante la explotación de la segunda fase de la operación se consiguió el arresto de otros ocho integrantes de la organización. Se trataba de los integrantes del segundo escalón de la red criminal los cuales estaban asentados 7 de ellos en la zona sur de la provincia de Alicante (3 Elche, 3 Catral y 1 Guardamar del Segura) y 1 Lérida.

 

Conocidos en argot policial como “captadores y droppers”, su misión era la de captación de personas de cualquier punto de la geografía española, en ocasiones con perfiles de especial vulnerabilidad, que estén dispuestas a cambio de una contraprestación económica, a titularizar líneas telefónicas, poner a disposición de la organización sus cuentas bancarias para recibir en ellas el dinero procedente de las estafas previamente cometidas, o a utilizar sus datos personales para pedir y después recoger en tienda, pedidos efectuados “online”. En algunas ocasiones se pudo constatar que habrían recurrido a la coacción para lograr que alguna de sus “mulas”, accediera a retirar dinero ilícito de una de sus cuentas.

 

En esta segunda fase se practicaron un total de seis registros tanto en la provincia de Alicante (4 Catral y 1 Guardamar del Segura) y uno en Lleida, en los que se intervinieron más de 15.000 euros en efectivo, escopetas y diversa munición de armas de fuego, material de telefonía, ordenadores, artículos de lujo, relojes, joyas, diversa documentación y además de un vehículo de alta gama.

 

Estos últimos están siendo investigados por los delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa, detención ilegal y coacciones. Los arrestados fueron puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de Orihuela, Torrevieja y Lleida.

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