sábado, 26 julio 2025

‘No hay nadie lejos del Corazón de Cristo’ | Monseñor Ramón Valdivia, obispo auxiliar de Sevilla

En este curso pastoral, en nombre del arzobispo, monseñor José Ángel Saiz Meneses, he realizado la Santa Visita Pastoral a los arciprestazgos de Cazalla (en la sierra norte de la provincia) y San Jerónimo – Pio XII (en la ciudad de Sevilla). La visita a las siete parroquias de la sierra norte las hice del 23 de septiembre al 17 de noviembre, a las que, generalmente, he dedicado una semana a cada una, culminando la visita parroquial con la Misa estacional que aglutinaba y concentraba los frutos de la visita. Para la conclusión de la visita a las parroquias del arciprestazgo de Cazalla, el señor arzobispo celebró también una Misa en la parroquia Ntra. Sra. De Consolación; y en ambos arciprestazgos pudo tener una reunión con todos los sacerdotes.

En este curso pastoral, en nombre del arzobispo, monseñor José Ángel Saiz Meneses, he realizado la Santa Visita Pastoral a los arciprestazgos de Cazalla (en la sierra norte de la provincia) y San Jerónimo – Pio XII (en la ciudad de Sevilla). La visita a las siete parroquias de la sierra norte las hice del 23 de septiembre al 17 de noviembre, a las que, generalmente, he dedicado una semana a cada una, culminando la visita parroquial con la Misa estacional que aglutinaba y concentraba los frutos de la visita. Para la conclusión de la visita a las parroquias del arciprestazgo de Cazalla, el señor arzobispo celebró también una Misa en la parroquia Ntra. Sra. De Consolación; y en ambos arciprestazgos pudo tener una reunión con todos los sacerdotes.

‘No hay nadie lejos del Corazón de Cristo’ | Monseñor Ramón Valdivia, obispo auxiliar de SevillaLa visita pastoral es el instrumento más completo, no solo para conocer la realidad, sino para que el sucesor de los apóstoles pueda comunicar, personalmente, el amor de Dios a cada persona que se encuentra; de esta manera, transforma no sólo a la comunidad que visita, sino también el corazón del obispo queda “requerido” por las circunstancias que viven esas comunidades: alegrías y tristezas, preocupaciones e incertidumbres, gozos y esperanzas, ilusiones y fracasos, todo eso se va quedando también en el corazón del Pastor. Pero, como no habla por su cuenta, sino que es enviado por el Señor, el sacerdocio del Obispo hace entrega en la Eucaristía de todo para que Él lo transforme, lo purifique y lo aliente con la gracia del Espíritu Santo.

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Las comunidades parroquiales del arciprestazgo de Cazalla están viviendo un paulatino proceso de despoblación, y la juventud parece querer promocionar en otros lugares por falta de trabajo en las zonas rurales. He visto una seria preocupación en las fuerzas sociales por el problema del vaciamiento, al que la Iglesia puede responder generando e incentivando vínculos que hagan atractiva la pertenencia para que las personas no emigren. Está en nuestras manos valorar lo que tantas veces damos por descontado, y sin duda, el trabajo agrícola es imprescindible para nuestro desarrollo, al mismo tiempo que la belleza de la naturaleza de la sierra puede ser un motor que aproveche no sólo a la economía, sino también a las comunidades cristianas que ofrezcan la fe como medio de descanso y sosiego para los que visitan esas parroquias.

Por su parte, algunas de las parroquias del arciprestazgo de San Jerónimo -Pio XII se han encontrado en los últimos años con una sustitución demográfica que procede de otros países. El gran reto, por tanto, es la inclusión y protección social de las familias que llegan desesperadas de otros lugares. Aunque es un trabajo arduo, generar esperanza y ofrecerla mediante la alegría y el gozo de la fe es un motivo para acentuar la pertenencia en la vida de la Iglesia, que corresponde a toda la comunidad parroquial. Llama la atención cómo hay situaciones en esos barrios de una degradación social que puede ser imparable, a la que los voluntarios de Cáritas están respondiendo de forma admirable. Compartir la fe no es un “elemento opcional” en la vida social, sino que está suponiendo la re-creación de los rostros de esos barrios. Si el origen de la zona se remontaba a personas que emigraron de otros lugares de la capital de Sevilla y de los pueblos de la provincia, hoy los rostros proceden de distintos lugares. Si a nosotros nos toca acogerlos, a ellos les toca tomar responsabilidades y generar también vínculos de fe, y ser protagonistas de la renovación eclesial de esas parroquias A todos nos concierne el que Cristo sea el Pan de vida, y que nadie esté lejos de su Corazón.

Monseñor Ramón Valdivia, 

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obispo auxiliar de Sevilla

 

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