viernes, 18 julio 2025

Desarticulada una organización criminal e intervenidos 1680 kilogramos de cocaína en una embarcación procedente de Sudamérica

Cuatro personas han sido detenidas como presuntos miembros de un grupo criminal que usaba el tráfico marítimo recreativo del Caribe a la Unión Europea para trasladar la droga de forma desapercibida

Operación conjunta de la Policía Nacional y la Polícia Judiciária de Portugal, apoyado por EUROPOL

Cuatro personas han sido detenidas como presuntos miembros de un grupo criminal que usaba el tráfico marítimo recreativo del Caribe a la Unión Europea para trasladar la droga de forma desapercibida

Los agentes detectaron frecuentes desplazamientos a países como Colombia, Brasil y República Dominicana, donde tenían numerosos vínculos con diferentes cárteles sudamericanos, suministradores de la droga

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18/07/25

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Polícia Judiciária de Portugal, han desarticulado una organización criminal dedicada, presuntamente, al tráfico de drogas y asentada en la localidad malagueña de Torremolinos. Han sido detenidas cuatro de sus miembros durante una operación en la que han intervenido un total de 1.680 kilogramos de cocaína durante el abordaje y la inspección de una embarcación. Esta operación policial ha sido apoyada por EUROPOL.

Las investigaciones comenzaron en marzo de 2024, cuando los agentes lograron identificar a cada uno de los integrantes de esta organización asentada tanto en Dinamarca como en Torremolinos. Todos sus miembros estaban vinculados con el transporte internacional de cocaína, y para ello utilizaban embarcaciones de recreo tipo velero.

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Durante la fase inicial de la investigación, se localizó una de las embarcaciones que la organización usaba para realizar estas singladuras transatlánticas. Se encontraba atracada en el puerto de Portimão, en Portugal, y se pudo identificar a sus principales integrantes, que se desplazaban desde Torremolinos hasta esta ciudad para realizar los preparativos y las comprobaciones pertinentes en la embarcación.

 

Con el avance de las gestiones policiales, los agentes comprobaron que esta organización disponía de más embarcaciones de este tipo, localizando una de ellas en el puerto de Cap d’Agde, en la costa mediterránea francesa. Diversos problemas técnicos surgidos en este velero hicieron que la organización se decantase para el transporte de estupefaciente por la embarcación que mantenía amarrada en Portugal. Al mismo tiempo, los agentes consiguieron identificar a otros miembros de la organización.

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En junio de 2024, la organización comenzó la navegación hacia el puerto marroquí de Tánger, donde dejaron la embarcación atracada durante dos semanas. Tras este viaje se dirigió al puerto de Cádiz, donde permaneció atracada otros dos meses. En todo este tiempo, la tripulación realizó únicamente labores de mantenimiento y limpieza de la misma, en aparente situación de espera de instrucciones u órdenes de los responsables del transporte del estupefaciente. Tras pasar prácticamente todo el verano en territorio español, el velero regresó a su puerto de origen, en Portimão, donde fue subido a “dique seco”. Posteriormente, la tripulación lo abandonó para regresar a su país de origen, realizando previamente un viaje hasta Torremolinos, donde residían los líderes de la organización investigada.

 

Debido a la falta de actividad momentánea por parte de esta organización y al abandono del territorio nacional de los integrantes afincados en Torremolinos, se solicitó el sobreseimiento judicial de la causa, a la espera de nuevos acontecimientos que pudieran permitir su reapertura en caso de llegar a producirse.

 

Travesía trasatlántica

 

A principio de 2025, los agentes detectaron que los integrantes de la organización retomaron sus ilícitas actividades. Algunos de los integrantes regresaron a España y otros a Portimão para hacerse cargo nuevamente del velero. Esta embarcación inició la navegación rumbo sur, realizando una parada en el puerto canario de Arrecife, donde se reunieron los tripulantes con el resto de investigados, incluido los afincados en Torremolinos, supervisando así los preparativos finales para el comienzo de la travesía trasatlántica. Por estas razones, los investigadores solicitaron la reapertura de la causa judicial.

 

La organización criminal investigada tenía numerosos vínculos con los cárteles sudamericanos, suministradores de la droga. En este sentido, los agentes detectaron frecuentes desplazamientos internacionales a países como Colombia, Brasil y República Dominicana.

 

Al igual que en otras investigaciones, se pudo comprobar cómo la organización utilizaba y aprovechaba el tráfico marítimo de recreo entre Europa y el Caribe, a cuya sombra, expertos en navegación trataron de aprovechar las condiciones climatológicas de peligrosidad extraordinaria para tratar de eludir la acción de las fuerzas de seguridad. De esta forma, se tuvo conocimiento de que el velero estuvo un tiempo en el dique seco del puerto de Chaguaramas, en Trinidad y Tobago, realizando los preparativos finales antes de dirigirse hacia el punto acordado, donde debería llevarse a cabo el abastecimiento del estupefaciente que debía transportar posteriormente hasta territorio europeo.

 

El pasado 21 de mayo, la embarcación abandonó este puerto trinitense, y una vez cargada la droga, continuó su viaje rumbo noroeste, efectuando una de las rutas habitualmente utilizadas por las embarcaciones que transportan el estupefaciente desde el continente americano hacia Europa.

 

Con toda esta información, y activados los mecanismos de cooperación policial necesarios, el pasado 14 de junio, la Marinha Portuguesa localizó el velero en el entorno de las islas Azores, procediéndose a su abordaje y dando como resultado la aprehensión de 1.680 kilogramos de cocaína y la detención de los tres investigados que conformaban su tripulación.

 

Posteriormente se procedió a la detención de otro individuo que formaba parte de la organización criminal y a la realización de dos registros domiciliarios en la localidad de Torremolinos. Allí se intervino más de 63.000 euros en efectivo, material informático y de comunicaciones y documentación relacionada con la investigación. Al mismo tiempo, se ha solicitado una Orden de Búsqueda Internacional respecto a otro miembro de la organización investigada, que se encuentra en estos momentos en paradero desconocido.

 

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