El próximo domingo, 6 de julio, a las doce del mediodía, la Capilla Real de la Catedral de Sevilla acoge la Eucaristía por el cuadragésimo aniversario de la declaración de venerable de Miguel de Mañara, por parte de san Juan Pablo II. A la celebración, presidida por el sacerdote Leonardo Sánchez, acudirán, además de la junta de gobierno y hermanos de la Santa Caridad, personas acogidas en el Hospital de la Santa Caridad.
Con anterioridad, a las diez y media de la mañana, tendrá lugar en la residencia de la calle Temprado la inauguración del patio dedicado al papa san Juan Pablo II y la bendición de su busto, instalado gracias a la colaboración de la fundación ‘Santo Súbito’.
40 años declarado venerable
El 6 de julio de 1985, el papa Juan Pablo II proclamó las virtudes heroicas de Miguel de Mañara, destacando su conversión y su vida ejemplar como laico al servicio de los pobres en la Hermandad de la Santa Caridad.
«Mañara es santo porque consideraba a los pobres imágenes de Dios y nosotros obligados a su servicio», explica José Ignacio del Rey Tirado, hermano de la Santa Caridad de Sevilla. «No debe asustarnos, ni preocuparnos, ni siquiera escandalizarnos que en el propio decreto de la congregación se refiere de Mañara en su juventud como «altanero y lleno de arrogancia, poco mesurado y fogoso, con afán, propio de jóvenes, intentó obtener las bagatelas y placeres del mundo; pero de ningún modo ni la nobleza de sentimientos, ni audacia, ni aceptación de las verdades de la fe, ni práctica alguna de la religión le faltaron nunca»»- detalla del Rey-. «Con la muerte de su amada esposa y la transformación de vida que sufrió a partir de entonces, toda Sevilla comprobó en seguida que sus costumbres habían variado por completo. Lejos de tomar los hábitos, respetando su condición laical (aspecto que debemos potenciar en este siglo XXI) o apartarse a llevar vida ermitaña, y llegó a nuestra Hermandad de la Santa Caridad siendo tanto su celo y entrega que al año ocupa el cargo de Hermano mayor que ostentaría (y ese término en Mañara es desafortunado) hasta su muerte».
Hacia la beatificación
Esta causa cuenta con un proceso de beatificación en tres fases. Se inició el 27 de julio de 1680, un año después de su fallecimiento; el segundo proceso data del 6 de abril de 1679; y el tercero, ya en el siglo XX, del 25 de noviembre de 1954, siendo vicepostulador de la causa José Sebastián Bandarán.
Para que Miguel Mañara suba a los altares hace falta un milagro, una curación milagrosa atribuida a su mediación. En esta web se están destacando los favores que los devotos quieren hacer constar de forma pública. Curaciones, mejorías de salud, solución a problemas laborales y personales de diversa índole… Todo tiene cabida en una sección abierta para que los devotos hagan constar los favores que han recibido.