La Junta de Andalucía, a través de efectivos de la Inspección Pesquera en Málaga de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa), en colaboración con agentes de la Guardia Civil (Seprona) de Marbella, llevó a cabo el pasado mes de junio un operativo mediante el que se incautaron artes de pesca no reglamentarias. Concretamente, 14 redes de pesca tipo trasmallo y solta, halladas en los varaderos de la playa de Sabinillas (Manilva), y también caladas en la mar.
Todas las redes incautadas pertenecían a pescadores ilegales que realizan su actividad desde estos varaderos, para lo que emplean embarcaciones no profesionales estibadas en los mismos.
Por mar, se retiraron varias redes caladas, incluso dentro de la zona de baño, que además carecían de balizamiento, con el consecuente peligro para la seguridad de los bañistas. Estos hechos se están sucediendo de forma constante en la zona.
La actuación en la costa malagueña se engloba entre las realizadas habitualmente por parte de la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, en su lucha contra la actividad pesquera ilegal, considerada de interés prioritario. En este sentido, la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, en la que se incluye el furtivismo, posibilita una mejor conservación de los caladeros y, en definitiva, beneficia la sostenibilidad de la actividad de los pescadores profesionales, que sí cumplen con la normativa vigente.
La normativa en el ámbito pesquero establece la prohibición para la tenencia, transporte o almacenamiento de cualquier arte de pesca profesional por personas ajenas al sector pesquero, pudiéndose incautar las artes profesionales que se encuentren a bordo de embarcaciones no profesionales, así como los estibados o almacenados en playas, diques, almacenes, vehículos o en cualquier otro tipo de establecimiento.
La sanción por tenencia de artes profesionales sin la correspondiente licencia constituye una infracción grave, pudiéndose sancionar con multas comprendidas entre 301 y 60.000 euros. El operativo desplegado por la Inspección Pesquera garantiza el cumplimiento de la normativa vigente, la explotación racional y responsable de los recursos pesqueros y la lucha contra las actividades ilícitas en este ámbito, contribuyendo así a la protección medioambiental y a la conservación marina.
De esta forma, la incautación de artes de pesca ilegales combate también, en cierta medida, la pesca furtiva de especies marinas, promueve su conservación y evita posibles riesgos higiénico-sanitarios, ya que los ejemplares capturados de forma furtiva no son comercializados a través de los cauces legales.