La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, María del Carmen Castillo, ha destacado que el éxito de la Formación Profesional (FP) no sería posible sin la colaboración del tejido productivo. Así, ha señalado que Andalucía ha consolidado “una sólida” red público-privada, materializada en más de 85.500 convenios con 36.500 empresas de toda la comunidad, incluyendo grandes grupos y, de manera destacada, pequeñas y medianas empresas (pymes) que constituyen la columna vertebral de la economía regional y representan más del 90% del tejido empresarial andaluz.
Castillo ha informado en el Parlamento de la oferta de estas enseñanzas para el próximo curso 2025/26, que consolida la dualización plena de la FP andaluza y busca formar a las nuevas generaciones en profesiones con alta demanda y proyección de futuro, conectando directamente la enseñanza con la realidad del entorno productivo.
En este sentido, la consejera ha subrayado que esta estrategia es “ambiciosa, rigurosa y profundamente responsable”, con un claro enfoque en la empleabilidad y en la adaptación a las necesidades del tejido empresarial andaluz. Además, ha señalado que para el próximo curso se ha planteado “una planificación más afinada, realista y cualitativa” que incluye 71 actuaciones estratégicas, entre las que destacan 39 nuevos ciclos formativos y cursos de especialización, ocho aumentos de grupo en enseñanzas con alta demanda, 11 incrementos de nivel, sustituyendo grados básicos por medios, y medios por superiores, y 13 adecuaciones al tejido productivo, priorizando ciclos competitivos y con alta inserción laboral.
En total, se ofertarán 168.447 plazas de nuevo ingreso, de las cuales 1.460 son de nueva creación. Este incremento consolida el esfuerzo de la Junta de Andalucía, que en los últimos seis años ha creado 47.552 nuevas plazas, lo que supone un crecimiento cercano al 40% respecto a 2018.
Además, el próximo curso habrá un total de 3.773 ciclos formativos y cursos de especialización, un 31% más que en 2018, con un amplio abanico de titulaciones diferentes hasta alcanzar las 197, del total de 222 del catálogo total a nivel nacional, es decir, más de 88%. Se han incorporado ciclos formativos innovadores en sectores tradicionales y emergentes, prestando especial atención al ámbito rural.
Asimismo, María del Carmen Castillo ha afirmado que la FP está viviendo un momento decisivo, dado que en los últimos años se ha trabajado con firmeza para responder al crecimiento sostenido de la demanda. Actualmente, el 82% de quienes solicitan una plaza en la FP pública la consiguen, lo que supone 17 puntos más de cobertura que en 2018, un “salto sustancial” resultado de una apuesta decidida del Gobierno andaluz por unas enseñanzas profesionalizantes y de calidad.
En su intervención, la consejera también ha indicado que cada vez más familias confían en la FP andaluza como una vía eficaz hacia el empleo que se ve respaldada por los datos de inserción laboral. Cerca de la mitad del alumnado titulado en FP encuentra empleo al año de finalizar sus estudios, cifra que supera el 52% en ciclos como Mecánica o Electrónica, y alcanza el 54% en grados superiores. Además, un reciente estudio del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía revela que la promoción del curso 2019-2020 alcanzó una tasa de inserción laboral del 65,7% a los cuatro años de finalizar sus estudios, un incremento de 26,7 puntos porcentuales respecto a la tasa registrada por esa misma promoción tan solo tres años antes, en 2021.
Por otro lado, la consejera ha asegurado que el nuevo modelo de FP con la dualización de las enseñanzas se ha logrado en Andalucía y cumple conforme a la normativa estatal. De hecho, la titular de Desarrollo Educativo y Formación Profesional ha destacado que no solo se ha garantizado que todo el alumnado Dual de modalidad general de centros sostenidos con fondos públicos en prácticas esté dado de alta en la Seguridad Social, sino que este coste es asumido al completo por la Consejería, eximiendo de cualquier tipo de gravamen a las empresas andaluzas. Además, se han simplificado los procesos administrativos, liberando a los centros de la carga burocrática “para que su energía se concentre en la excelencia formativa”.