La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha declarado áreas en alerta a los barrios de Retamar-El Toyo, con 11.000 habitantes, y El Alquián, de 6.000 habitantes, del municipio de Almería tras confirmarse la circulación del virus del Nilo occidental (VNO) en mosquitos capturados en las trampas ubicadas en estas zonas. Asimismo, ha decretado la elevación del nivel de riesgo de bajo a alto de todo el municipio de Almería. Se trata de la primera declaración de un área en alerta y elevación del nivel de riesgo esta temporada.
Salud y Consumo envió al Centro Nacional de Microbiología-Instituto Carlos III en Madrid las muestras de hembras de mosquitos recogidas el 11 de junio en El Retamar para confirmar el positivo en VNO que habían detectado nuestros laboratorios. La detección de estos mosquitos en un municipio de riesgo bajo confirma la hipótesis de trabajo del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental para 2025 y refuerza las decisiones adoptadas: ningún municipio andaluz está exento del riesgo de circulación del VNO y la vigilancia entomológica se adelanta a la vigilancia humana.
La Consejería trasladó inmediatamente la información y la decisión adoptada al Ayuntamiento de Almería y ha convocado una reunión para este mismo sábado a la que han asistido la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Aránzazu Martín; el delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte; la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez; el concejal de Sostenibilidad Medioambiental y Energética, Antonio Urdiales, y la empresa Athisa, responsable del control de plagas y sanidad ambiental en el término municipal de Almería, que ya viene realizando tratamientos preventivos desde el mes de abril, para coordinar el plan de acción conjunto.
A la reunión celebrada en el Ayuntamiento de Almería han asistido la delegada del Gobierno de la Junta, Aránzazu Martín; el delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte; la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez; el concejal de Sostenibilidad Medioambiental y Energética, Antonio Urdiales, y la empresa Athisa, responsable del control de plagas y sanidad ambiental en el término municipal de Almería.
La declaración del área en alerta, por un periodo mínimo de cuatro semanas o hasta que durante un periodo equivalente no se declaren nuevos casos ni se detecte la circulación del virus en los mosquitos vectores de esta enfermedad, aves o équidos en este territorio, supone intensificar las tres vigilancias (entomológica, animal y humana) en la zona, activar las acciones de promoción en colegios y residencias del entorno y reforzar las acciones de comunicación a la ciudadanía a través de farmacias comunitarias y enfermería para que adopte las medidas de protección necesarias frente al VNO.
Por su parte, la administración local debe intensificar las medidas de control y tratamiento de mosquitos transmisores de la enfermedad durante el periodo que el área esté en alerta.
Actualización del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la FNO
La Consejería de Salud y Consumo aprobó el pasado febrero la actualización del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental para la temporada 2025, en el que han participado más de 250 profesionales entre ayuntamientos, diputaciones, grupos científicos, inspectores de Salud Pública y empresas, a través de reuniones que se celebraron entre diciembre y enero pasados.
Este programa establece que todos los municipios de Andalucía están incluidos en algún nivel de riesgo y, por tanto, todos tienen una necesidad de control del virus porque en la temporada pasada se pudo comprobar que las especies de mosquitos transmisores (culex) están presentes en todo el territorio andaluz. Estos niveles de riesgo se han reducido a tres (bajo, medio y alto) para facilitar su comprensión por parte de todos los implicados, incluida la población, así como las medidas de prevención y control asociadas a cada nivel. En total, cuenta con 103 municipios en riesgo alto, 313 en medio y 369 en bajo.
Los niveles medio y alto se corresponden con territorios donde ya se ha evidenciado la circulación del virus del Nilo Occidental. El nivel alto se corresponde con evidencias de circulación VNO cerca de las poblaciones en alguna de las tres últimas temporadas. De este modo, todos los municipios deberían incorporar en sus programas de control de plagas existentes (roedores, cucarachas, oruga procesionaria) los mosquitos, así como realizar un diagnóstico de los potenciales focos larvarios dentro de los núcleos de población o muy cercanos a ellos y tenerlos vigilados (en el caso de riesgo bajo y medio) y, en los municipios de riesgo alto, estas medidas se deben ampliar a todo el territorio municipal, con especial atención a focos larvarios o de refugio de adultos a una distancia de 1,5 km de las poblaciones.
En marzo se comunicó a todos los municipios su nivel de riesgo y los inspectores de Salud Pública (más de 400 desplegados en toda Andalucía) contactaron con ellos para asesorar técnicamente sobre la puesta en marcha de las medidas de vigilancia y control, que deben abarcar todo el año con el objetivo de que las poblaciones de mosquitos sean las más bajas posibles al llegar la época de mayor circulación del virus, que es de junio a octubre.
Además, en las Comarcas de Especial Seguimiento (La Janda, en Cádiz, y Bajo Guadalquivir, en Sevilla), que acumulan hasta la fecha más del 95% de los casos confirmados desde 2021, la Consejería de Salud y Consumo ha puesto en marcha, además, una vigilancia de casos leves de FNO (formas no neuroinvasivas), en los que se haya descartado otros patógenos, a través de PCR. El 80% de las infecciones en humanos son asintomáticas. Aproximadamente un 20% de las personas infectadas presentan un cuadro con síntomas similares a la gripe caracterizado por fiebre, cefalea, fatiga, mialgia, malestar general, náuseas, vómitos y, a veces, exantema maculopapular y adenopatías. Menos del 1% de los infectados enferman gravemente con afectación neurológica (meningitis, encefalitis o parálisis fláccida).
Del mismo modo, el programa amplía la vigilancia entomológica, basada en el trampeo de mosquitos y búsqueda de virus mediante PCR, tanto en número de trampas como en territorio cubierto y en tiempo. Así se pasa de 27 a 120 trampas, se incluyen todas las provincias andaluzas y ha comenzado en mayo, un mes antes que en 2024 y dos antes que en 2023.
El programa mejora también el modelo predictivo para valorar el riesgo de circulación del VNO, integrando el diseñado por el CSIC-Doñana, al que se han sumado los datos propios de la Consejería, así, se han incluido nuevas variables como el uso del suelo, aves infectadas o presencia de vectores, entre otros.
Destaca también la movilización de todos los actores de la promoción de la salud y la prevención de la Consejería de Salud y Consumo (enfermeras de Familia y Comunitaria, RELAS -Red Local de Acción en Salud- y farmacias) en los municipios de riesgo alto y la creación de un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se suma al del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, lo que permitirá una mayor capacidad y rapidez en la respuesta diagnóstica.
Además, se refuerza la coordinación con las otras administraciones a través de mesas de trabajo de preparación de la temporada que arrancaron en invierno; y el apoyo a los ayuntamientos a través de más visitas de los agentes de salud pública a los municipios afectados desde marzo. También se mejora el plan de comunicación a la población, para que sea una parte activa de la vigilancia y del control de vectores.
El objetivo de esta actualización del Programa es aumentar la asistencia a los ayuntamientos y diputaciones a prepararse para el control de vectores; identificar precozmente la llegada del virus; movilizar a otros actores de la salud y comunicar y acompañar mejor a la población en caso de situación de alerta.
Recomendaciones a la población
La Consejería de Salud y Consumo ha lanzado una campaña en redes sociales, en la que participan también todas las oficinas de farmacia de Andalucía, coordinadas por el CACOF (Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos), recomendando a la población reforzar las medidas de protección frente a este virus, sobre todo entre la población vulnerable con inmunidad comprometida.
De este modo, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica incide en la necesidad de usar repelentes de mosquitos registrados (compuestos por DEET (N,N-dietil-m-toluamida), Icaridina, Citriodiol o PMD, IR 3535 (Butilacetilaminopropionato de etilo), y aceites esenciales (geraniol, lavanda…) a diferentes concentraciones y de uso tópico), cubrir la mayor parte del cuerpo con ropa clara y evitar los olores intensos (perfumes, jabones aromatizados…) porque atraen a los mosquitos.
Salud recuerda la necesidad de reforzar las medidas domésticas de protección como instalar mosquiteras, usar insecticidas domésticos/repelentes ambientales o apagar las luces si no son necesarias, porque la luz atrae a los mosquitos. Otra medida fundamental es evitar generar zonas de agua estancada, donde los mosquitos crían sus larvas, por lo que se recomienda mantener adecuadamente las albercas, piscinas y lavaderos y vaciar el agua que pueda acumularse y pasar desapercibida en jardines, macetas, juguetes o cubos.
En el caso de explotaciones ganaderas, se aconseja, igualmente, renovar con frecuencia los bebederos de los animales; evitar el agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos, fugas de agua por grifos o conducciones rotas, abrevaderos con fugas o con poca renovación.