La Basílica de San Pablo Extramuros acogió la tarde de este viernes la VI Ultreya Mundial convocada por el Movimiento Cursillos de Cristiandad (MCC) en la que intervino el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, asesor mundial de este organismo. Cientos de cursillistas de los cinco continentes se dieron cita en este templo romano para escuchar la Palabra de Dios como camino de preparación al Jubileo de los Movimientos.
En palabras de monseñor Saiz Meneses, “la Ultreya Mundial ha sido el lugar de máxima expresión de comunión eclesial y de sinodalidad del MCC, un verdadero kairós, un tiempo de gracia, de amor de Dios, de comunión eclesial, de renovación misionera y de acción de gracias por los frutos que el Espíritu Santo ha suscitado en la Iglesia a través del Movimiento Cursillos de Cristiandad”.
El multitudinario acto se inició a las cuatro de la tarde, luego de la oración, hubo intervenciones de los componentes del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC) moderadas por Thomas Patrick. Durante su intervención el asesor mundial exhortó a todos los cursillistas “a crecer en el sentido de pertenencia a la Iglesia, de lo fundamental cristiano y de la renovación del mandato misionero”. Animó a todos los presentes “a trabajar juntos como pueblo de Dios, respondiendo a la llamada a la santidad en el mundo actual, teniendo puentes a nuestros contemporáneos, los hombres y mujeres de hoy presentes en todos los ambientes”.
En este espacio comunitario todos los intervinientes de distintas nacionalidades subrayaron el “paso de Dios por sus vidas”. Monseñor Saiz añadió que, “como miembros de Cursillos hacemos una opción decidida por evangelizar sin temor, con coraje y libertad de espíritu, una opción por el anuncio jubiloso de lo fundamental cristiano”.
Por su parte, Álvaro Martínez, presidente mundial de Cursillos de Cristiandad advirtió que “solamente podemos ir a los demás si cada día recreamos en nuestra vida la cercanía, la presencia y el amor del Señor”.
En esta línea destacó que, “como Iglesia, cada movimiento tiene que seguir caminando hacia adelante, pero, siendo consciente de la realidad de hoy”.
A las siete y media de la tarde tuvo lugar la celebración ecucarística presidida por monseñor Saiz Meneses, concelebrada por decenas de sacerdotes provenientes de distintas partes del mundo. Durante su homilía, el arzobispo enfatizó que «cada cursillista, en un sentido amplio, está llamado a ser un pastor según el corazón de Dios, un instrumento de su misericordia, un puente que facilite el encuentro de otros con el Señor. Y esto se realiza, en primer lugar, a través del testimonio de nuestra propia vida transformada por el Evangelio. Un cristiano alegre, un cristiano que vive con sentido, un cristiano que irradia paz y esperanza, que hace presente el amor de Dios, es el mejor anuncio de la Buena Nueva. Pero también se concreta en la acogida fraterna, en la escucha atenta, en el compartir la propia fe con sencillez y autenticidad. Se concreta en la valentía de proponer el Cursillo a aquellos que vemos sedientos de Dios, ofreciéndoles la oportunidad de vivir una experiencia profunda de encuentro con el Señor, consigo mismo y con los hermanos».
La retransmisión de la Ultreya disponible en este enlace