La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación ha financiado un proyecto de investigación de la Universidad de Huelva que confirma que la adición de hierro a cultivos de la microalga ‘Coccomyxa onubensis’ (‘C. onubensis’), autóctona del río Tinto, potencia la función de sus extractos para disminuir la inflamación. Los científicos forman parte del grupo de investigación ‘Biotecnología de microalgas’ de la Universidad de Huelva, y el Centro de Ciencias del Mar de la Universidad de Algarve.
Los expertos de la institución onubense, pertenecientes a los Centros RENSMA y CIQSO, en colaboración con las universidades de Sevilla y del Algarve, han comprobado que, sometiendo a situaciones de estrés a este microorganismo, se incrementa la capacidad bioquímica antiinflamatoria de sus extractos hasta un 50%. En concreto, la adición de hierro en cultivos celulares de esta microalga favorece que acumule más compuestos con propiedades antiinflamatorias.
“El estrés por hierro estimula la respuesta antioxidante de la microalga, que principalmente aumenta el contenido en algunas moléculas con capacidad antiinflamatoria. Lo hemos comprobado en pruebas ‘in vitro’ realizadas con macrófagos, células del sistema inmunitario que se localizan en los tejidos”, ha explicado María Robles, investigadora de la Universidad de Huelva y autora principal de este estudio.
En general, las microalgas son fuentes naturales de moléculas antioxidantes. Muchas de ellas presentan actividades biológicas con aplicaciones antiinflamatorias, antitumorales y antibióticas en la salud humana. Así ocurre con la ‘Coccomyxa onubensis’, sobre la que investigaciones previas han descrito propiedades antibacterianas y antioxidantes. Esta microalga aislada en la superficie del río Tinto tiene carácter extremófilo, es decir, es capaz de vivir en ambientes extremos. En este caso concreto, lo hace en un entorno ambiental de aguas ácidas y ricas en metales pesados, principalmente hierro y cobre.
Nuevas propiedades bioactivas
Para obtener estos resultados, el equipo de investigación onubense comparó el comportamiento de cultivos de esta microalga, a los que añadieron hierro respecto a cultivos sin este ion incorporado. “Estudios previos han determinado que este tipo de microalgas presenta una mayor facilidad para adaptarse a condiciones de estrés por el entorno oxidante en el que vive. Con este trabajo, hemos comprobado que soportan condiciones extremas como la incorporación de concentraciones más elevadas de hierro sin que afecte negativamente a su crecimiento, gracias a su capacidad antioxidante”, ha matizado Robles.
Para ello, los expertos probaron concentraciones diferentes de hierro en los cultivos, para tratar de identificar el grado de estrés que es capaz de soportar este tipo de microalga y cómo genera la respuesta bioquímica antioxidante. Los cultivos con hierro se mantuvieron en crecimiento durante un periodo de unos diez o doce días.
A lo largo del periodo de incubación de los cultivos, los investigadores estudiaron el crecimiento y viabilidad fotosintética de la microalga. También determinaron el contenido en distintos compuestos antioxidantes, principalmente compuestos fenólicos y carotenoides, y su capacidad antiinflamatoria. “Los radicales libres son moléculas inestables que se producen naturalmente en el cuerpo, pero también pueden ser generados por factores externos como la contaminación, la radiación y el estrés. Estos radicales libres atacan las células, dañando el ADN, las proteínas y los lípidos y, por tanto, desencadenan una respuesta inflamatoria, donde el organismo intenta reparar el daño celular”, ha señalado la autora, que ha añadido que “estos compuestos antioxidantes se encuentran, principalmente, en frutas y verduras, y son capaces de neutralizar dichos radicales libres y evitar así que dañen a las células”.
Cultivos de la ‘Coccomyxa onubensis’.
Fuente natural de compuestos bioactivos
Según los expertos, este trabajo evidencia la utilidad de esta especie de microalga procedente de un entorno altamente ácido como una nueva fuente natural de nutraceúticos antiinflamatorios, es decir, complementos alimenticios que combinan propiedades nutritivas y otras beneficiosas para la salud, debido a su capacidad para afrontar las condiciones oxidativas de su hábitat. “‘C. onubensis’ es un organismo prometedor para producir compuestos bioactivos con actividad antiinflamatoria, incluyendo ácidos grasos, compuestos polifenólicos y carotenoides”, ha apuntado la autora del estudio.
El siguiente paso de este proyecto será identificar las moléculas responsables de la mayor capacidad antiinflamatoria de los extractos de esta microalga. Así, podrían probar su capacidad nutraceútica en pacientes con enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o artritis reumatoide, entre otras.
Grupo de investigación ‘Biotecnología de microalgas’ de la Universidad de Huelva, responsable del estudio sobre la capacidad antiinflamatoria de la microalga del río Tinto.
Este trabajo, que forma parte del proyecto ‘aALPHA: Acidophile Algae: Leading a Pathway to Health-related bioActivities’, cuenta también con financiación de la fundación portuguesa para la Ciencia y la Tecnología y del Plan Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Los resultados de este estudio, titulado ‘An extremely acidic environment microalga from Tinto River as a novel source of anti-inflammatory activity’ se han publicado en la revista ‘Plant Physiology and Biochemistry’.