martes, 18 marzo 2025

Andalucía refuerza la conservación de sus montes con casi 250.000 hectáreas forestales certificadas

El sello PEFC acredita el cumplimiento de exigentes criterios ambientales, sociales y económicos y contribuye a la lucha contra el cambio climático

La gestión forestal sostenible es una de las principales herramientas con las que Andalucía protege su patrimonio forestal y garantiza su aprovechamiento de forma equilibrada y responsable. La comunidad autónoma cuenta actualmente con cerca de 250.000 hectáreas certificadas bajo el estándar PEFC (Sistema Español de Certificación Forestal), un sello que acredita el cumplimiento de exigentes criterios ambientales, sociales y económicos. Este modelo de gestión, en el que el Gobierno andaluz desempeña un papel clave, refuerza la conservación de los montes y contribuye a la lucha contra el cambio climático, además de generar oportunidades económicas para el medio rural.

La certificación forestal avala la adecuada gestión de los montes e impulsa una bioeconomía que beneficia a los municipios de las áreas rurales, al tiempo que refuerza el papel de los bosques en la conservación del medio natural.

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Andalucía se sitúa a la vanguardia en certificación forestal en el sur de Europa, con un equilibrio entre la gestión pública y privada de sus bosques. De las cerca de 250.000 hectáreas certificadas en la comunidad autónoma, el 44% corresponde a superficie pública y el 56% restante, a titularidad privada. Este sistema garantiza que los espacios forestales cumplen con los requisitos de sostenibilidad exigidos a nivel europeo y nacional, promoviendo prácticas de gestión que favorecen la conservación de la biodiversidad, la resiliencia frente al cambio climático y la dinamización socioeconómica del sector forestal.

La distribución de la superficie forestal certificada en Andalucía varía entre provincias, siendo Huelva la que concentra la mayor extensión, con 91.159 hectáreas. Le siguen Sevilla, con 43.147 hectáreas, y Jaén, que alcanza las 33.433 hectáreas certificadas. En Córdoba, la superficie asciende a 29.198 hectáreas, mientras que en Cádiz se registran 27.683 hectáreas. Granada cuenta con 13.649 hectáreas certificadas, y Málaga cierra el listado con 10.837 hectáreas. En esta línea, hoy 157 entidades selvicultoras forman parte del sistema PEFC, contribuyendo con su trabajo diario a la conservación y aprovechamiento responsable de los montes.

El compromiso de Andalucía con este modelo es firme. La Junta de Andalucía lidera la certificación de montes públicos, agrupando en su certificado cerca de 96.000 hectáreas distribuidas por toda la comunidad autónoma. Esta apuesta permite reforzar el papel del sector forestal como motor de desarrollo rural y contribuir a consolidar un modelo económico basado en la sostenibilidad.

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Los bosques andaluces presentan una gran diversidad ecológica y son clave para la conservación de especies y ecosistemas únicos. La certificación PEFC permite caracterizar con precisión la composición de estos montes, constatando el predominio de especies autóctonas que desempeñan un papel fundamental en el equilibrio ambiental.

Una de las grandes protagonistas del paisaje forestal andaluz es la encina (‘Quercus ilex’), que suma más de 53.000 hectáreas certificadas. Junto al alcornoque (‘Quercus suber’), con más de 27.000 hectáreas certificadas, conforman las emblemáticas dehesas, ecosistemas de alto valor ecológico y económico. Estos espacios combinan el aprovechamiento sostenible de sus recursos con la preservación de la biodiversidad, albergando importantes especies de flora y fauna.

Otras especies forestales certificadas son el pino piñonero (‘Pinus pinea’), con más de 32.000 hectáreas, y el pino resinero (‘Pinus pinaster’), con 12.288 hectáreas. En la provincia de Huelva, las masas forestales certificadas de eucalipto (‘Eucalyptus globulus’) ocupan 23.272 hectáreas y se destinan a la necesaria producción sostenible de pasta de papel.

Uno de los aspectos más relevantes de la certificación es su función en la conservación del patrimonio natural andaluz. Más del 60% de la superficie forestal certificada en la comunidad autónoma se encuentra dentro de la Red Natura 2000, el mayor sistema de espacios protegidos de la Unión Europea. Esto implica que los montes certificados cumplen criterios de gestión sostenible, a la vez que contribuyen a la protección de hábitats de alto valor ecológico y especies vulnerables.

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“Este modelo de gestión forestal es clave para reforzar la resiliencia de los ecosistemas frente a los cambios globales, mejorar la calidad del suelo y favorecer la retención de agua. Además, contribuye a la fijación de CO₂, desempeñando un papel activo en la mitigación del calentamiento global”, ha señalado.

La industria forestal alineada con la sostenibilidad

La certificación forestal no solo tiene un impacto ambiental positivo, sino que también impulsa la economía sostenible en Andalucía. Actualmente, 111 empresas andaluzas cuentan con el certificado PEFC de Cadena de Custodia, lo que garantiza que los productos derivados de la madera provienen de fuentes responsables.

El sector de la construcción en madera es el más representativo dentro de esta certificación, con 58 empresas adheridas, seguidas de la industria gráfica y papelera. Asimismo, la producción de biocombustibles como pellets y astillas certificadas está en crecimiento, favoreciendo un modelo energético más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.

La certificación forestal se enmarca en las estrategias impulsadas por la Junta de Andalucía para combatir el cambio climático. A través del Plan Andaluz de Acción por el Clima (2021-2030), la comunidad ha movilizado más de 2.616 millones de euros en 231 acciones dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la adaptación de los ecosistemas a las nuevas condiciones climáticas.

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